jueves, 30 de abril de 2009

Imagen de un caballo para una niña de cinco años

Trueno en los ojos,

profundos lagos oscuros

sin dama que los habite


 

Un millón de sedas

danzan al aire

sin fe ni concierto

no siguen al viento,

él las persigue inútilmente


 

Trueno en el suelo,

vibrante en cada golpe,

sacude la tierra

Una y otra vez


 

En sus costados,

placas de plata vibrante,

inquietas,

pequeñas

geografías que constantemente

cambia formando

valles, montañas, ríos.


 

Adelante compuertas

inagotables, diques

de oxígeno

tragando vida

sin cesar


 

Al final, un látigo certero

enhiesto en la carrera,

inquieto en el descanso,

Trono de guerreros.

Fuerza de campesinos

Compañía de hombres.

martes, 21 de abril de 2009

Apuesta por Él

El disco volaba delgado entre dos corrientes de aire, negro, más negro que la noche que lo envolvía; en su interior sonaban oh's y yeah's y una gran boca roja abierta en la que sobresalía una lengua aún más roja, cubriendo el final de la parábola que le obligaron a hacer el disco se encontró con las rugosidades e intersticios de la calle, inmediatamente caóticos surcos se cavaron en medio de los originales cuidadosamente sembrados. En su interior las guitarras caían destrozadas, la batería se desarticuló y las gargantas no emitían sonido solo sangre mezclada con lágrimas. La frase lapidaria fue:

  • "No debemos dejarnos colonizar de los gringos, debemos defender nuestra cultura"

A su lado, como un delgado y moreno Sancho Panza, el hombre que alguna vez dirigiría la educación del pueblo y que tendría un hijo que se embebería con sonidos de muchos lugares, buscando nuevas mentes, encontrando mejores ideas, sólo asentía lentamente la cabeza aprobando con un ceño fruncido la decisión del perpetrador.

Atónita la mirada del hacia poco orgulloso portador del negro mundo destrozado, no dejaba salir una sola lágrima refrenado por la rabia y el dolor ante la estupidez fraternal. Algún día se convertiría, sin embargo, en un verdadero maestro y, a pesar de no ser nunca crucificado, si sería traicionado, pero no por sus discípulos que, a pesar suyo seguirían predicando a su modo el evangelio que les enseñara. Lo irónico s que, décadas después, el perpetrador orgulloso le mostraba al aprendiz de maestro la colección completa de los contradictores hermanos de aquellos que esa noche despreció.

Ahora, en un tiempo a pesar de que haber pasado años humanos solo son minutos para el pueblo, solitarios, pero no solos, unos zapatos eléctricos sonaban en medio de dulzonas y forzadas melodías, a pesar de eso se hacían escuchar con voz propia no prestada, reinventando tonadas antiguas, presentando, tímidamente las nuevas.

Nada ha cambiado, la música que nunca ha dejado de sonar en sus rincones, que la envuelven de magia y olores nuevos sigue siendo despreciada, el disco aún vuela sobre el suelo.

Pero las guitarras se niegan a permanecer quebradas y constantemente se reparan, son otras las manos que las hacen gemir y otros los odios que se dejan llevar, pero son las mismas mentes las que no se dejan abrir.

Cuándo detendremos el disco?, cuándo entenderán que junto al porro, a las rancheras, a la grandiosa cumbia el vallenato, también está Él, innombrable pero perenne. Aquellos que pretendan cerrar sus ojos, tapar sus oídos y negar su existencia e el pueblo lloraran desconsolados ante su inminente fracaso.

Aquellos que abran su boca para denostar y en su contra elevar sus lamentos morales y rígidos, se quebraran ante la multitud de jóvenes, adultos y ancianos, abuelos, padres e hijos que lo escuchan, que ha desde siempre ha estado dentro de su corazón.

Es verdad, siempre han sido unos pocos los que en público lo han defendido, pero unos pocos de ahora son una multitud de antes.

Dejen escuchar ese sonido subterráneo que estremece la carne, la sangre y la mente.

Reconozcan de una vez su existencia seria y real dentro de todos nosotros.

Denle el puesto que como expresión del alma del pueblo se merece.

Si alguien quisiera saber cuando llegó no podría hacerlo porque siempre ha estado aquí, oculto pero real.

Detengamos el disco en el aire, miremos la cara del perpetrador y taladrando sus ojos hasta llegar a su cerebro digámosle:

-"Ellos también son de aquí."


 

martes, 14 de abril de 2009

Petición

Aunque no siempre

estaré cerca para secar

con mis dedos tus lágrimas,

Ni vivirás a mi lado

compartiendo cada pedazo

del día,

Aunque algún día mis manos

no te podrán izar hasta llegar al cielo,

y débiles y arrugadas

tocarán débilmente un recuerdo

tuyo,

Aunque mi voz se olvide

de canciones y poemas

para intentar dormirte

y otro, de otra forma,

te de un beso para que sueñes,

Aunque ya no esté y

mi imagen viaje sola

sin mi sombra,

Sólo espero que cuando

pienses en mí

una sonrisa florezca en tu

corazón.

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