miércoles, 22 de septiembre de 2010

Fracasos Inc. (3a parte)

Desde pequeño tengo el vicio de la lectura, en mí no es una figura retórica es una realidad, junto con el alcohol y el cigarrillo tengo el vicio de la lectura, o más bien de saber historias, no puedo soportar no saber cómo termina una historia, he pasado años buscando un libro o libros específicos para saber cómo termina la historia contada por su escritor. Con esto como referente era apenas lógico que en algún momento se me ocurriera ser escritor, recuerdo que cuando tenía diez años si me preguntaban qué quería hacer cuando grande respondía que premio Nobel como si eso fuera una profesión y no un premio, una carga o una maldición[1], no por Gabo, que para esa época ganó el nobel, sino a pesar de él.

Acá hago una de las últimas confesiones que me tocan en esta oportunidad. Me gusta Gabo, en algún momento quise escribir como él y me parece uno de los más grandes escritores de la historia de la literatura. Bueno, el problema con él es que es costeño y se convierte en un paradigma , entonces mejor hacerle el quite “oficial” y sacarlo de una, de taquito, para no seguirlo una y otra vez para encontrar que en mí no funcionan las mariposas amarillas porque desde pequeño las veo y no son algo extraño y misterioso, bello y hermoso sí pero eso es otra cosa, no me extraña en lo más mínimo que un enjambre de mariposas sigan a un hombre, a un perro o a un gato o cualquier cosa que pase a través de ellas; por otro lado no encuentro nada extraño que a alguien se le olvide el nombre de las cosas y las escriba para no olvidarlas, en mi caso mi abuelo paterno hacía eso y uno podía esculcar mientras dormía los bolsillos de su camisa para encontrar cosas como “Shakira es Barranquillera”, o “Colombia ganó”, nombres como “Osvaldo Ríos”, o hechos como “hoy (sin fecha) nació la hija de César”, y, debo decir, mi abuelo nunca leyó a García Márquez y mucho menos escuchó sobre “Cien años de Soledad”, creo que se hubiera reído de alguien que intentaba hacer pasar como realismo mágico algo que solamente es realismo (y mejor ni hablarles de mi abuelo materno porque entonces decaería totalmente la idea de la existencia de un boom latinoamericano)[2].

Con lo anterior quiero decir que mi realidad es la misma que muestra Gabo pero yo no soy él por lo que sería bastante tedioso e infructuoso intentar seguirlo, preferí, como ya dije, el ataque rastrero de detestarlo “oficialmente” y punto. En todo caso un día me tropecé con Borges y Tolkien y los dos me enseñaron mundos escondidos dentro de este mundo y decidí que ese era mi camino.

Cuál fue el resultado? Pues llevo más de veinte años escribiendo una “gran obra” y todos los escritos reunidos no llegan a formar ningún cuerpo relativamente coherente y mucho menos inteligible. Utilicé muchos métodos, hice planos, estructuras, cuentos (no muchos pero sí algunos), pensé que la historia poco a poco se iría formando pero todo infructuosamente; aún sigue todo en mi cabeza sin que pueda verterse en la realidad. Definitivamente no soy escritor.

Quería, a través de mis escritos, “iluminar” la realidad para mostrar aspectos desconocidos de la misma en la búsqueda de un hombre diferente. Muchas palabras para poca acción, mucho tiempo después, desde un correo infausto, alguien me acusó de no tener un universo propio yo, ahora, me río de eso, universo?, tengo es más es un multiverso, lo que no tengo es la capacidad real de volcar eso en algo realmente útil y mucho menos en una historia, solo una.

Por eso me escondí en mala poesía, es decir, empecé a hacer mala poesía simplemente con el pretexto que “la poesía contemporánea no necesita rima, el ritmo del poema está dentro de sí mismo sin necesidad de una camisa de fuerza”, cosa en la que creo en verdad pero que, por lo menos en mi caso, es una excusa para no esforzarme y no desnudar mis falencias en rima y métrica, bueno igual con ese razonamiento llegué a la otra excusa, que en manos de Borges no fue ninguna excusa pero en las mías sí, “un escritor no escribe para los demás sino para sí mismo”, como se puede ver me armé de un verdadero arsenal conceptual para defender mi cobardía y mi falta de talento al momento de cristalizar las ideas que me taladran la mente.

De todas maneras no es que tenga muchos poemas, si acaso para llenar, mal llenado, uno o dos libros de poemas de esos que revenden en la Iglesia de san Nicolás y que nadie compra porque nadie conoce al escritor y tampoco lo piden en un colegio, eso será, pienso, lo más cercano a una librería de verdad a lo que puedo aspirar.

Llevo ya casi dos días escribiendo esto[3], y a mi mente me llegan otras cosas, como por ejemplo el fallido intento de dirigir la Casa de la Cultura o el bochorno de haber sido presidente del Concejo Municipal de Cultura, por poner dos ejemplos nimios, quizás otro día escriba sobre ellos más como depuración del espíritu que otra cosa, hoy no, lo que me punza el pecho es reconocer de manera cristalina y sin ambages qué producen estos fracasos, será que uno tiene un gen del fracaso o algo así? No lo creo, eso se da en mí no en otros, miremos a Tino ahora tiene un apartamento en Barranquilla y, me imagino, viaja a Bogotá cada vez que puede, está a punto de pensionarse así que tendrá todo el tiempo y el dinero que necesite para hacer lo que desee, le falta un nieto que sé que en algún momento vendrá de algún lado así que no creo que los fracasos en los que nos envolvimos sean su culpa.

Juan, por otro lado, ahora vive en Chile, con su mujer y su niño, creo que ya tiene lo que nunca tuvo acá, independencia económica, eso se deja entrever de sus mensajes, y aunque parece extrañar su tierra no le va mal allá, tiene nuevos amigos y continúa con los viejos, no creo, a pesar de que se diga lo que se diga, que él sea responsable de lo vivido.

Por último David, bueno David es un caso especial, pero miremos, se dio el lujo de escoger donde trabajar, ya tiene dos niños y una niña y, aún así, sigue viviendo como si tuviera 20, eso es un logro digo yo.

En cuanto a mi familia hay de todo, como cualquier familia, está el vivo y el bobo, está el que no le importa hacer las cosas chuecas y el que las detesta, pero de todas formas no hay una tendencia en mi familia para pensar que tendemos al fracaso.

En fin, no tengo ni debo echar la culpa a nada ni a nadie. Siempre pensé, y creo que aún lo pienso, que debo ser “descubierto”, o sea, que alguien se de cuenta de mi gran “talento”, de ahí mi arrogancia, de la íntima convicción que podía ser mejor que muchos con menos talento que yo pero que ahora se encuentran en una situación social y económica mejor que la mía. Siendo franco, una de las últimas confesiones de este escrito, el responsable soy yo, mi falta de disciplina, mi incapacidad de ordenar nada dentro de mí mismo, soy un rompecabezas una verdadera empresa del fracaso que está irónicamente a cumplir su objeto social, fracasar. En todo caso de alguna manera no me arrepiento porque no se puede hacer nada con el pasado, además, esos fracasos me han dado los momentos más caros y felices de la vida[4], por lo menos, pienso, que me han llenado de buenas historias, por lo menos de historias, y de experiencia para mis hijas eso es bastante porque ellas son mi triunfo, el único válido y la única gloria verdadera; aunque algunos no me crean no extraño amanecer, aunque sí extraño hablar con mis amigos, prefiero mostrarle a ella los colores del amanecer desde la ventana de nuestra casa, un día cualquiera que no tenga que ir al colegio o a la universidad, no extraño las discusiones en reuniones interminables, prefiero enseñar la “pe” y la “a” y como suenan si uno las repite. Sé que debo terminar esto antes de volverme cursi[5] pero no sé cómo hacerlo así que hago lo mejor que sé hacer… dejar todo y ya. , veo a través de la ventanilla del autobús los verdes mangos o los plátanos inmortales…



[1] No crea que no me encantaría estar maldito de esa manera pero no es de negar que muchos de los nobel hasta allí llegaron y los que no lo recibieron han tenido un aura interesante de antinobel que los hizo aún más atractivos. Yo no gozo de ninguna de las dos posibilidades.

[2] JEJEJEJEJEJEJEJE

[3] El primer borrador porque el siguiente borrador y su transcripción me ha llevado casi un mes.

[4] Superados solamente por un viernes en mi bar donde una hermosa mujer traspuso el umbral del bar y de mi vida y un miércoles en la que otra mujer me miró por vez primera y sentí nacer otra vez.

[5] Debo reconocer de todas formas que en varias partes de este escrito dejo mucha sensiblería y mucha cursilería por ello no hay que agregarle más.

martes, 14 de septiembre de 2010

FRACASOS INCORPORATED (2ª PARTE)

Me fui a Bogotá en pos de otro de mis fracasos, estando allá me enteré que “El barbero” se había inscrito en un concurso de video de Sky televisión quedando en un tercer puesto que obtenía como premio, aparte de la presentación a media noche en un canal[1] de Sky Televisión en Colombia, Venezuela, Ecuador y Brasil si mal no recuerdo, y aparte de eso una beca para un curso de guión de Cuba.

Hay que aclarar que, como lo dije, el guión inicial de “El barbero” fue hecho por Elkin, sobre este guión se empezó a trabajar y fue utilizado como base para la grabación, sin embargo, durante la grabación en sí se hicieron tantos cambios en el mismo por razones de tipo “estético” y, sobre todo, técnicos y económicos, que si uno ve el resultado con respecto al guión inicial encontramos dos guinones diferentes.

Ahora bien,tanto habíamos participado todos en todo el desarrollo y toma de decisiones de la producción que los cargos que se tenían eran tan “honoríficos” que al momento de poner los créditos pensamos que era una simple formalidad y no una realidad con sus consecuencias. Así no lo consideró Elkin y, bueno, tampoco los jurados; al parecer viajó a Cuba[2] en medio de la reprobación de todos que consideramos en ese momento que debió hacerse la escogencia en una reunión. Viejo Elkin desde acá le digo que si fue a Cuba bien hecho un abrazo y que ojalá le haya servido en contactos y conocimiento en su vida profesional y si no fue pues de malas porque igual se hubiera desperdiciado en cualquiera del resto de esta panda de flojos alcohólicos, así que otro abrazo y le digo de verdad, qué sentido tiene guardar rencores pendejos?

En todo caso eso significó el final de “Los manes de la esquina”[3], y el nacimiento de “Cría Cuervos”, liderada por Elkin y “Abre´l ojo” bajo la dirección de Tino, tengo igualmente que aclarar que Elkin se fue solo y que el resto del “equipo creativo” nos quedamos con Tino, aumentados con la llegada de Juan[4], creo que los nombres que cada uno escogió son bastante dicientes sobre el estado de las cosas en ese momento no? De todas formas ninguna logró hacer nada relevante.

“Cría cuervos” empezó a trabajar sobre una historia que había sido mencionada durante la pre, pro y post producción de “El barbero”, con la condición estética de que Elkin tendría dominio absoluto en la producción, condición impuesta y reafirmada por él después del “triunfo” de “El barbero” para así poder esclarecer que él sí tenía talento[5].

El resultado del experimento de Elkin fue un trabajo flojo, de actuación pobre y sin sentido estético definido pero que, al menos, se terminó relativamente en poco tiempo. En esto, rememorando quizás las intervenciones de Lennon con Harrison y Ringo después de la separación de los Beatles, Elkin recibió colaboración individual de algunos del grupo, eso, a través de la bruma cronal que nos separa, no tiene mayor trascendencia, en aquella época a pesar de un acuerdo tácito también existía una reprobación tácita casi que por “unirse al enemigo”.

Por su lado “Abre´l ojo” inició “El que va a morir” basada en una canción de Blades. Como estructura narrativa se establecía la existencia de 3 canales diferentes, en un primer canal se desarrollaba la historia propiamente dicha, en un segundo canal se encontraba la historia de los que narraban la historia anterior[6] y un tercer canal eran imágenes tomadas por alguien que había robado una cámara del equipo de los narradores de la historia, estos canales son, como se ve, diferentes entre sí y jamás se conectan, salvo el de la pérdida de la cámara, y que al final nadie, ni siquiera al que se le ocurrió, los pudo entender por lo rebuscada que terminó la producción.

Aparte de la aparición del nefasto “homm”, sucedieron otros hechos que nos retrasaban o nos obligaba a virar, o más bien retorcer, la historia, así como en “El barbero” contribuí con la falaz idea genial que tuve, en “El que va a morir” de igual manera contribuí en la mala selección del casting[7], la pérdida ya comentada de material grabado en mis manos, el cual no fue nunca recuperado y solo fue reemplazado con copias que no tenían en todo caso la misma calidad que el original son apenas dos muestras de mi negativa intervención en el proyecto. La actuación en “El que va morir” no era mejor que en el producto de “Cría cuervos”, todos peleamos con todos y todos sabíamos de todo, en medio de la grabación cambiábamos de actores, es decir, todo era un desastre y como resultado obtuvimos algo ininteligible para el público en general que, pienso ahora, hubiera necesitado un manual para poder entenderlo[8]

Dentro de todo aquello que vivimos aprendimos las mil respuestas a las mil preguntas; es decir, tener a mano las respuestas ante cualquier interrogante que surja de la película, sean estos errores reales o no, partiendo de la premisa de que todo en una película está hecho a propósito, de ahí que el homm formaba parte de la misma desde el principio, es decir lo hicimos así, je! En el fondo era una respuesta ante nuestra incapacidad técnica de superar la dificultad y convertir esta en una fortaleza. No sé hasta qué punto se pudo lograr esto, esa respuesta la tienen los que hayan visto el video no nosotros.

Me he enterado que Tino ha tenido la intención de mejorarle el sonido, haciendo salir el molesto homm de la historia. Apartando el hecho de que pienso que no se puede, debo agregar que “El que va a morir” es perfecto en su imperfección; no lo debiera arreglar, puede, si quiere, hacerlo otra vez, someterse a la tortura de esa grabación pero sin nosotros, por lo menos sin mí y sin Juan; sin mi por la forma como están las relaciones ahora y sin Juan porque él está lejos, ese, creo, sería un mayor fracaso que el original en sí.

En todo caso logramos terminar la historia y hasta hicimos una “premier” donde asistieron todos los que participamos y los que nos apoyaron, además de algunos invitados de la fauna cultural local, estoy seguro que nadie la entendió pero, eso sí, todos aplaudieron cuando terminó.

Una vez terminada la odisea de “El que va a morir” teníamos que continuar con otra cosa, en algún momento habíamos entrado a analizar un cuento de Vargas Llosa, no se hizo, igualmente un guión escrito por Félix, amigo nuestro y que siempre me ha asombrado por la capacidad que tiene de ver historias, así como de su misma capacidad de no darles mayor valor que el de usarlas en una discusión de bar para sostener su ideal político, tampoco se hizo. Yo quería dirigir pero se me dejo claro que “El que no po no To” es decir “ el que no pone no toma”, o sea, traduciendo, que si yo no financiaba la producción no iba a dirigir nunca por lo que Tino seguiría dirigiendo, así era la cosa y yo puedo ser bueno en muchas cosas pero una de ellas no es hacer dinero; además, ya había pasado la maldita, aciaga, nefasta, infernal noche que si para algunos que no estuvieron su recuerdo les revuelve las tripas a mi su mera pronunciación me deshace el alma lentamente en pequeños girones llenos de pústulas hediondas y dolorosas, sobre todo porque lo que sucedió esa noche marco el hito del fin de la unión del grupo la cual es el mayor de mis fracasos. Y, era, lo considero así, porque todos los sueños y seudo proyectos se estrellaron contra la fría vida y se destruyeron.

El pequeño niño nunca llegó a encontrar el séptimo dragón antes de la media noche y el malvado primer ministro se hizo con el poder y destruyó todo el reino.

Que éramos alcohólicos? No, enfáticamente digo que no, somos alcohólicos!

Que teníamos grandes egos? Pues sí, en muchas ocasiones eso nos impedía entrar en algunos sitios.

Que considerábamos a la “máquina engrasada”[9] una de las más mortíferas creaciones del hombre? Pues sí.

Que en el fondo todos sabíamos que no íbamos a ningún lado? Quizás era cierto. Pero en estos casos no es importante la llegada sino el viaje.

Y he aquí que en este quizá era donde se encontraba realmente nuestra única grandeza. Porque si bien quizás no íbamos a ningún lado igual se puede decir que quizás sí íbamos a llegar a alguna parte.

Juan, Tino, David, éramos grandes por nosotros y para nosotros, nunca para los demás. Precisamente en ese instante estaban conjugadas un número de mentes tal que fácilmente podían abrir un hueco galáctico y reformar la realidad. Lo único era que no pasaba nada.

Reunidos estaban:

Quizás una de las mentes con mayor capacidad de análisis y comprensión de los hechos y uno de los seres humanos más nobles que conozco. Lástima que tendía a la abulia…

Quizás una de las personas más leales que he conocido y quizás uno de los mejores cuentistas costeños, si sólo hubiera terminado algo…

Quizás uno de los artistas contemporáneos con mayor comprensión del universo artístico con implicaciones en los intersticios en la realidad y uno de los seres humanos más generosos que conozco, pero si solo no fuera tan inseguro…

Y junto a ellos estaba yo.

Éramos lo mejor y lo peor en un mundo que no admitía esos extremos. Nos condenamos nosotros mismos y de manera alegre a fracasar con todo lo que quisiéramos.[10]

Esto, con perdón, y sin él también, lo empalmo con otro de mis fracasos: la escritura…



[1] Siempre he desconocido cuál aunque es cierto porque de vez en cuando he encontrado gente que incomprensiblemente lo había visto, bueno a menos no creo que haya sido el de cocino porque no creo que hubiéramos podido competir con una receta de pollo relleno al horno.

[2] Algunos pensamos que no porque siempre aparecía alguien que decía que lo había visto en Barranquilla o que comentaba que hacía una llegada “furtiva” al canal del pueblo.

[3] Confieso que no recuerdo bien el nombre de la “productora” porque igualmente fue escogida así no más.

[4] Bueno realmente cuando se creó “Abre´l ojo” yo estaba en Bogotá así que en realidad se creó con Juan y después de regresar del “incidente capital”, llegué yo.

[5] Lo cual por lo menos de mi parte nunca he puesto en duda, quizás no se enreda tanto con los conocimientos teóricos de la estética, pero sí tiene una gran conocimiento técnico y de campo.

[6] En este canal se insertó la historia del Homm o jom, no sé como se escribirá, en la producción hizo aparición un ruido (un jommmm) en el sonido de las imágenes grabadas, se hizo de todo y nunca desapareció, la cosa era tan grave que existían escenas enteras donde el sonido del homm superaba la voz de los actores con lo que no se escuchaba nada y era absolutamente molesto, se logró reducir no desaparecer, entonces tratamos de incluir esta dificultad como parte de la historia de los productores y se aprovechaba para hablar sobre el estado del cine latino.

[7] El niño que hacía de hijo del protagonista era muy malo, por lo menos en ese momento, y solamente fue mi íntima convicción que eso se podía superar y la terquedad de montarlo lo que hizo que se mantuviera allí.

[8] A pesar de esto no se confunda, me siento orgulloso de “El que va a morir”, porque ahí también fui feliz, podían existir las intrigas internas y el temor constante de no terminarlo nunca, hasta me parece que si alguien nos hubiera grabado a nosotros habría sacado, por contraste, una historia genial.

[9] He de aclarar acá que Tino decía que cuando estábamos “conectados” éramos como una máquina engrasada y no existía nada imposible de dilucidar para nosotros, ni antagonista que nos pudiera resistir.

[10] Aclaro no considero que seamos un grupo de poetas malditos o algo así, sino simplemente unos desgraciados que quizás mirábamos más allá de nuestros reales potenciales.

sábado, 11 de septiembre de 2010

FRACASOS INC (parte1)

"Muerta la amistad sabe igual que el fracaso"

El otro maestro

Esta semana la comencé viajando, casi que me voy de la casa con un pequeño resquemor pero un sabio beso de mi mujer hizo que esa nimiedad[1] desapareciera. Viajando a través de paisajes re – conocidos pero siempre nuevos, veo a través de la ventanilla del autobús los verdes mangos o los plátanos inmortales, niños saliendo de colegios rurales vistiendo el mismo tipo de uniforme en todo el país, increíblemente usándolo de la misma forma, los pelaos camisa por fuera con cierto aire de suficiencia que nadie cree, ellas, las pelás, con una media arriba y otra abajo y un sentido de cierta sabiduría que apenas están aprendiendo a reconocer dentro de sí.

En fin, viajaba viendo a mi país con sus bellezas inmemoriales que no pueden ser derrotadas por todos los intentos de la politiquería y entonces dejé que mi mente vagara sin determinación alguna y pegara saltos de pulga mentales sin ningún objetivo real. De esta manera, no recuerdo como, empecé a evocar aquella conferencia nacional leo en que me lancé para vicepresidente nacional, en ese momento mi razonamiento era implacable: era costeño, de hecho pertenecía originalmente al F2[2], incluso había sido presidente de ese distrito, en segundo lugar en ese momento era tesorero nacional amigo del presidente del momento; por otro lado vivía en Bogotá y formaba parte del F3, distrito central del múltiple, es decir, manejaba en teoría los dos grandes polos. Ante eso consideraba que la elección era una simple formalidad-

Inicialmente convencí a los miembros del F3 para que me dieran su aval para mi candidatura, una vez hecho esto y en una conversación con los socios presentes creí asegurarme los votos de mi club de origen; en medio de la “liza electoral” pronuncié un discurso mediocre, inventado en el momento pero que contenía todos los elementos formales para ser tomado como tal, cuando recordé el fragmento más criticado de mi discurso: “Las aguas del mar mojando mis pies”[3] sentí otra vez la ola de ridículo y rabia que atacó mis mejillas. Llegó el momento de la votación y fracasé…; no era mi primer fracaso debo confesarlo, pero sí me dolió, sobre todo porque dentro de mi siento que me negaron la posibilidad de terminar mi carrera leo con un cargo honorífico que puede que no me lo mereciera pero que no le hacía daño a nadie ayudarme a conseguirlo. Los votos que me faltaron fueron los provenientes de mi distrito de origen, de mi club de origen, ellos, los que me conocen desde siempre, desconfiaron de mi, mientras los recién llegados en mi vida me dieron su apoyo. En realidad no les guardo rencor pero siempre he querido saber por qué pasó eso, nunca he tenido el valor de preguntarle a ninguno de ellos pero sí me queda la duda.

Este fracaso me hizo recordar otros, como mi fallida experiencia como video cineasta o, como decía Tino, “acercamiento al lenguaje del cine a través del video”. En mi pueblo me reunía con un grupúsculo de intelectualoides que en medio de la euforia del alcohol podíamos dirimir la más abstrusa teoría semiótica de Eco o cualquier posición sobre la estética y cómo esta es asumida por el ser humano, asombrándonos de paso que las grandes academias no hayan oído hablar de nosotros para entrar a resolver los problemas del arte contemporáneo y sus significaciones.

No recuerdo quién, ni cómo, ni cuando, pero, aprovechando la existencia de un canal seudo público se propuso la idea de grabar una historia, obviamente después de “haber aprendido a mirar cine”, deconstruyendo en el trayecto el placer de ver las películas y convirtiéndolo en un tour de forcé debiendo identificar cada plano de la historia, sus significaciones dentro de la misma, fallos, aciertos, etc.

Al momento de escoger una historia nos decantamos por una medio oscura que trataba sobre un barbero asesino[4]. El guión fue hecho por uno de nosotros, de incorporación reciente para la época pero que tenía experiencia en la construcción y elaboración de documentales.

Como siempre, no crean que esto que les cuento sucedió de un día para otro, la cosa se retrasaba y a nadie le importaba, bueno a Tino sí pero tampoco hacía nada. Un día Elkin llegó con el guión terminado[5] y de algún modo comenzamos el asunto. A pesar de los problemas que teníamos y que seguirían saliendo hasta el final de la grabación, éramos felices, tener en las manos una cámara, aprender sobre lumens, flers, iris, etc era absolutamente inefable, en general nos sentíamos como niños de prekinder con licencia para portarnos como universitarios, todo era nuevo hasta para Tino que tenía conocimientos de fotografía y para Elkin que ya tenía experiencia, como ya lo dije, con documentales, grabábamos y después consumíamos ingentes cantidades de alcohol, éramos la crema y nata de la intelectualidad de un pueblo perdido de un país tercer mundista.

Corríamos a equiparar nuestras ideas a las más avanzadas de la estética contemporánea pero mendigábamos dinero a políticos, tenderos, comerciantes que en general pretendían, en el mejor de los casos, entender lo que decíamos y, en el peor, no se molestaban en pretender hacerlo simplemente, si querían aportar, era para poder decir que nos habían financiado y que ellos casi que eran mecenas del arte. Definitivamente éramos los nuevos sabios[6] de nosotros saldrían los nuevos directores, actores, guionistas en resumidas cuentas era el nuevo cine no solo de nuestro país sino del mundo entero, basta ya de temas trillados como la guerrilla y el narcotráfico, éramos los “Nuevos Hombres” destinados a señalar el rumbo de la humanidad!

Perdón me emocioné un poco, mejor sigamos…

Mi intervención anecdótica digna de una antología del fracaso sucedió cuando, al grabar una escena el actor encargado no llegaba, nos enteramos que se encontraba borracho en un estadero y, teniendo en cuenta que no le pagábamos, como a todos pues nadie recibía un peso, nuestras recriminaciones a él no pasaron de asombrarnos y preguntarnos cómo era posible que Álvaro dejara pasar de largo el tren de la gloria del que nosotros muy humildemente le habíamos cedido un puesto. En todo caso:

  1. Los equipos eran prestados y los teníamos por tiempo limitado.
  2. La escena era considerada importante dentro de la trama[7]
  3. Ergo, teníamos forzosamente que grabar, así que debíamos superar el problema

Y entonces se me ocurrió, lo que siempre se ha tomado como una genialidad mía, y que ahora confieso que no lo fue. Un tiempo atrás había visto una película protagonizada por Michael Douglas, el nombre del filme se me escapa ahora, en ella hacía de un productor de Hollywood que uno de sus primero trabajos era producir una película sobre gatos espaciales pero sin dinero para efectos especiales entonces decidió “mostrarlos y no mostrarlos” el filme se repletó de tomas, de garras, dientes, ojos gatunos que salen de la oscuridad y ya. Eso le generó un mayor suspenso y una gran economía en el presupuesto, conté la idea obviando sin ninguna intención lo de los gatos espaciales (creo) lo que al principio pareció una simple salida en falso se convirtió, para Tino por lo menos, en una de las escenas que les daba más sentido a la película. Puede que Tino tenga razón eso queda a juicio de cada quien pero, eso sí, no fue mi idea no soy un genio. Listo ya lo dije.

Después de chascos como estos y otros peores al fin logramos terminar y editar “El barbero”. Un amigo nos hizo el “favor” de incluirlo, a su nombre claro, en la muestra de video joven de la Universidad del Norte donde, oh sorpresa, gano premio como mejor video argumental[8] el dinero del premio, la parte que nos correspondió porque de todas formas había que “agradecer” a nuestro amigo, fue sabiamente invertido en comprar ginebra, Gordons claro, y nos emborrachamos festejando el que era el primero de muchos reconocimientos.



[1] Nimiedad ante lo importante que es nuestra relación.

[2] Uno de los distritos con mayor votación en el país.

[3] Figura desafortunada porque mi pueblo no queda a orillas del mar y, aunque queda a escasos 15 minutos, pasa realmente mucho tiempo para que mis pies sean mojados por el mar.

[4] No la de Swenny Todd, película esta que he evitado de manera consciente a fin de evadir que se me active la hormona del fracaso presente en mi organismo y no caer en la tentación de pensar hacer un remake de “El barbero”

[5] El que por cierto terminó despedazado con lo que al final salió era muy diferente a lo que ese día nos mostró Elkin.

[6] El Grupo Barranquilla redivivo en Baranoa, Ja!

[7][7] Con tan pocas escenas creo que cualquier escena de “El barbero” era esencial, esa sí era una de sus particularidades y verdaderas genialidades no superada fácilmente por cualquier película.

[8] Superando a Adolfo X la sensación del momento.

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