miércoles, 17 de diciembre de 2008

Tras la cortina
que forma el humo
que algún día me matará,
te recuerdo anhelante,
deseosa de viajar
a través del tiempo,
a través de la vida.
Todos tus labios expectantes
por mis manos o mis besos.
Eva de todas las Evas,
yo el Adán impuro
que surcaba tu cuerpo.

Eras un campo fértil
esperando ser
arado,
amado,
construido.
Jugaste tus juegos
riéndote de los míos,
solamente miraba
esa dulce caricia
que siempre llegaba a mi corazón.

Ahora,
desnudo de todos mis temores,
te recuerdo aún clavada en mi pecho
sonrío solitario
mientras acaricio esa pequeña
espina que eres tú.

martes, 16 de diciembre de 2008

Pérdidas

Yo tuve un amigo, que me levantaba todos los días a las 5:00 a.m. para correr, con el cual nunca tomé más de tres cervezas y que se preocupaba no solo por lo que había afuera sino lo que había adentro, que me enseñó lo valioso de ser diferente y que, a pesar de la distancia siempre había una sonrisa en su rostro.
Yo tuve un amigo que luchaba por lograr su objetivo, que se esforzaba por ser mejor cada día y por demostrar su valía.
Yo tuve un amigo que me impulsaba a ser otro, siempre hacia arriba siempre mejor.
Pero ese amigo murió.
Murió un día en que una persona me reclamó lo que nunca hice.
Un día en que me trató como jamás me enseñaron a tratar.
Un día en que dudó de mi y de quién era.
Me acordé que tengo este blog y decidí escribir en él para decir lo triste que estoy, lo maldita que es la vida a veces y cómo se ensaña en destrozarlo a uno.
La vida es bella
La vida siempre es justa
Dos expresiones de dos películas completamente diferentes pero ciertas. Creo en la belleza de la vida cuando miro a mi hija sonreir, no es un lugar común, no lo crean, cuando esa niñita que no distingue lo bueno de lo malo, o mejor, lo que yo considero bueno de lo que yo considero malo deja entrever sus pequeños dientes fustiga mi alma y estremece mis carnes como ninguna mujer ha logrado estremecerme.
Y la vida es justa porque haga lo que haga siempre termina equilibrándose lo malo que he sido con lo poco bueno que trato de ser a veces.
Lo que estoy diciendo ahora, aunque aparentemente incoherente y poco relacionado con lo que empecé a decir, en realidad se encuentra íntimamente ligado. Tuve un amigo que significaba la intelectualidad, que significaba que uno podía lograr las cosas esforzándose, recuerdo que decidió ser corista sin tener buena voz y se esforzó tanto que lo logró, siempre pensé "para qué?" en realidad aún lo pienso pero me gustaba saber que alguien podía hacer esas cosas, yo solamente escribía leía y tomaba. Después decidió irse del país y lo hizo yo me alegré y pensé que, aunque me encantaría irme del país nunca lo iba a hacer así que decidí seguir escribiendo, tomando y leyendo.
Después desapareció y solamente me enteraba de cosas de él de manera fragmentada, dije es lógico ahora hace lo que debe hacer para lograr lo que quiere. Yo abrí un bar y lo cerré porque quebré ( con mi socio me tomé todas las ganancias y las perdidas) como ven la vida es bella.
Después decidí no seguir tomando y empezar a trabajar, al rato vino mi hija, y también dejé de escribir, solo le escribo a ella aunque aún no sabe leer.
Es acá cuando de repente, un mensaje en mi correo, un insulto mal dirigido un reclamo que nunca debió llegar y una sorpresa que batía como un tambor, me hizo moverme. Por qué las primeras palabras no son de saludo sino de escarnio? comenzó una batalla que, parece, ya terminó y, como en todas las batallas, el campo quedó regado de muertos hubo heridos y hasta prisioneros, a un lado veo que mi amigo no existe y, lo que es peor, parece que nunca existió, por otro, desangrándose cada vez más en medio de un charco de agua viscosa y negra, los recuerdos que existieron lanzan su último suspiro y, así, el fuego, la peste y el dolor enseñorean todo el lugar.
Pero está bien, lo tengo merecido, nunca lo seguí y es justo que, con razón o sin razón, todo termine, que no pensemos que el tiempo pasa y todo sigue igual, que la amistad, como todo en este mundo, es perecedera y, aunque no se pueda comprar, jamás podemos mantenerla indefinidamente. La vida es justa.
Sólo queda girar el cuerpo y seguir caminando. Realmente me entristece pero no lamento lo sucedido porque por lo menos sabemos la verdad y, en una amistad, decirse la verdad siempre es más preciado que la amistad misma.
Adiós

jueves, 11 de diciembre de 2008

A BABEL






Desde las paredes,
huecas de sentimientos
repletas de oidos,
nos miraban congelados,
extáticos para siempre,
jóvenes ahora viejos;
mientras los jovenes siempre viejos
nos atenazaban con su sonido,
nos mostraban los caminos
no recorridos - recorridos;
era imposible saber
quién tomaría la primera michelada
o si las velas se apagarían
sin que una cerveza
saliera de Charly

Adustos,
nuestros afiches,
escritos, luces,
esperaban que se cerrara la puerta para gemir
Los fantasmas, entonces, nos visitaban
nuestro animal siempre bajaba de algún árbol
el olor a cerveza
a cigarrillo
a felicidad
ensuciaba las mesas
golpeaba las puertas
y Facu siempre se reía en los salones
Nadie podra quitar
de nuestras mentes
ni nadie podrá contar
lo que pasó en Babel

Buscador

Google