Desde las paredes,
huecas de sentimientos
repletas de oidos,
nos miraban congelados,
extáticos para siempre,
jóvenes ahora viejos;
mientras los jovenes siempre viejos
nos atenazaban con su sonido,
nos mostraban los caminos
no recorridos - recorridos;
era imposible saber
quién tomaría la primera michelada
o si las velas se apagarían
sin que una cerveza
saliera de Charly
Adustos,
nuestros afiches,
escritos, luces,
esperaban que se cerrara la puerta para gemir
Los fantasmas, entonces, nos visitaban
nuestro animal siempre bajaba de algún árbol
el olor a cerveza
a cigarrillo
a felicidad
ensuciaba las mesas
golpeaba las puertas
y Facu siempre se reía en los salones
Nadie podra quitar
de nuestras mentes
ni nadie podrá contar
lo que pasó en Babel
No hay comentarios:
Publicar un comentario