miércoles, 28 de febrero de 2007

Rojo texto

Y la desesperación silenciosa del señor de Croisenois
Cómo me gustan sus grandes ojos azules
cuando me miran
como tan a menudo
lo hacen
como ya no se aburría desde hace dos meses
tantas veces ejercida,
escribir con su mano poderosa
las puertas del torreón se abrieron muy temprano

“iré abriendo poco a poco y daré a conocer mi voz”
su éxtasis llegó a un estado de exaltación
abrió la ventana lo suficiente
y pidió que le anunciaran al señor de La Mole
la señora de Renal vertió algunas lágrimas
¡desgraciado del que inventa cuando habla!

Un pobre clérigo como él se debía por entero a la
Vocación
Una grosería,Se entregaba sin vergüenza a ese sentimiento.

Encontré tendida en mi cama a una mujer

Encontré tendida en mi cama a una mujer, era extraño ver como sus formas, redondeces y abismos hacían que recordara la vez que mi padre me llevó a mi primera montaña rusa. Tenía un poco la mente enturbiada porque venía del cuarto de Andrés, era viernes y había relajo, encontrarme debajo de las sábanas de superman a una mujer completamente desnuda era algo que no esperaba, me tomé la cabeza entre mis manos y sonreí, era gracioso, mis amigos me decían que no era capaz de levantar ni un resfriado y ahí estaba una mujer dispuesta a entregarme el pavito (ahaha tú tienes que entregármelo).
La pelada estaba extrañada, me miraba con unos ojos café grandes, excitados y sensuales, levantó un poco la sábana, no pude evitar pensar que hacía mucho frío y que podía resfriarse, el pensamiento ensanchó aún mas mi sonrisa dibujándose una especie de risa.
Seguía callada como si fuera una estatua, lo mejor era que yo no sabía quién era así que no podía decirle el nombre, me senté en una silla y empecé a tratar de controlar la risa que iba naciendo poco a poco en mi vientre, pero es que estaba ella debajo de mis sábanas de superman, callada, excitada, desnuda, y sin conocerla yo, no pude aguantar más cuando se quitó la sábana de encima mostrándome el bultito de su pubis enrojecido y mojado al lado de un tatuaje de mariposa, como un río estalló la risa haciéndome caer al suelo.
- Estúpido!
Dijo ella, la primera palabra, el primer sonido que salía de su boca era un insulto era irónico, me trata de seducir y después me insulta, en ese momento se duplicaron mis carcajadas rodando por el suelo, se arropó entre las eses y capas y se fue.
Al día siguiente cuando el mono le contó eso a Yayo este fue el que no controló la risa y se revolcó por el pasto burlándose inconteniblemente de su amigo.
- Estás fregado viejo, y por qué no le diste chumbimba?
- Pero no te estoy diciendo que me cagué de la risa y la vieja se fue imputada.
- Y quién es la vieja.
- Que voy a saber! Estaba como buena pero no la había visto antes.
- Nojoda! Mandas huevo hermano, no será que estabas trabao?
- No ayer no probé donde el Andrés porque tenía examen precisamente en la mañana y tú sabes como me pongo.
- La otra es que se te moje la canoa viejo- le decía Yayo burlándose cada vez más de su amigo, el mono lo miró funestamente.
- Ya lebája a la vaina a mi no me gustan esas vainas así tecálma.
Yayo se calló, sabía que cuando el mono empezaba a hablar medio enredado era porque o estaba cogiendo viaje o se estaba emberracando.
- Okay viejo no te preocupes.
- Y una vaina viejo Yayo, lo que le acabo de contar chitón hermano, donde se entere el Andrés o el Jose me joden peor que usted, y yo no quiero problemas con esos manes,
- Fresco viejo mono, usted sabe como soy yo no?
- Bueno sí pero no está de más recordarle, hey me largo, tengo clases con el H.P. de Guevara.
- Yo también Jose va con la novia para la casa y ese man cuando lleva viejas vuelve mierda el apartacho hablamos. Ya sabe viejo.
Yayo asintió con una leve sonrisa y se fue.
Apenas la noche comenzaba estábamos todos en Babel, era el sitio donde nos encontrábamos y, después de las doce de la noche, nos desencontrábamos la música era la misma, un poco de charlie, algo de soda, nada de lo común, de repente llega Jose con un aire de suficiencia.
- Nojoda hermanos he conocido bíblicamente vida.
No le creímos llegaba cada tanto con ese cuento, era casi tan regular como la luna, apenas conocía alguien empezaba a enredarse y decía que era la madre de sus hijos.
Cuando todos supimos que Eliécer había viajado a Europa
(CONTINUARA...)

martes, 27 de febrero de 2007

Cronoparatexto

Notable acuerdo político en montones de cosas
La abrazó estrechamente,
Cuyo único incentivo es bajar las marcas
Pasaron las fotos de la misa
¿Le contaste a tu mamá?
En España se venden paquetes que contienen
treinta y dos cajas de cerillas

ese silencio civilizado, esa película que solamente
ellos iban a ver
pero las condiciones medievales de las salas
cinematográficas
ajustándose el sostén del bikini
esperamos un tiempo sin medida posible
pero nunca había podido hablar con alguien así

lunes, 26 de febrero de 2007

IDEA PARA UNA PELÍCULA

Serán tres historias completamente independientes. Ningún personaje de una tendrá incidencia real o formal dentro de la otra, no existirán ni historias ni personajes enlaces. Lo único que entrelazará las historias entre sí serán las escenas; donde un personaje de un historia se encuentre con un personaje de la siguiente, sin hablar o verse o nada. Simplemente aparecerán en el mismo fotograma quedándose la cámara con el personaje “entrante”. Por ejemplo José es un carnicero personaje de la primera historia, entra a una refresquería a comprar un paquete de cigarrillos, la cámara lo sigue en plano tres cuartos, José sale de plano y queda en plano americano Alberto que es un ladrón que pertenece a la segunda historia; en ese instante, no importando si lo que se va a relatar forme parte importante dentro de ella, comienza la segunda historia.

HUIDA


“Le dan una pequeña delantera y después galopan tras él persiguiéndole en tropel”. Eso fue lo que nos dijo el jefe antes de soltar el prisionero. Yo me quedé mudo, nunca antes había participado de una de las cacerías de Maan; los demás muchachos parloteaban como siempre, para ellos era igual que cuando salíamos a cazar venados, yo tomé mi cuchillo de caza y comencé a engrasarlo, eso siempre me tranquilizaba.
Los soles ya acababan su recorrido cuando se nos acercó el ayudante del jefe.
- Hey Delarter! Ven acá.
Me levanté y me acerqué donde estaba.
- Esta es tu primera vez así que te toca ir adelante, va a estar armado así que ten cuidado, puede que te toque la suerte de ser el que lo atrape o ser el que reciba la primera flecha, eso lo decidirán los dioses.
No pensé que partiríamos de noche, no dije nada y recogí mi arma. Todos nos dirigimos como rebaño hacia la plaza principal, en él se encontraba el sacerdote vestido con una túnica roja, mientras terminaba de hacer el sacrificio ritual, el jefe se encontraba a su lado con el cuerpo pintado de rojo, después comprendí que era sangre, solo estaba vestido con un taparrabo, le miré los ojos, se encontraban encendidos, no era el jefe al que estaba acostumbrado a ver.
- ¡Hoy es el día para adorar a Maan Tury! ¡Ustedes van a ser bendecidos al participar en esta cacería! ¡Son representantes del Señor de todos los Señores! ¡Son divinos!.
Hizo pasar al frente a un muchacho, al que se le veía el miedo transparentarse desde cada uno de sus poros, el sacerdote se acercó a él y le impuso un tocado ritual hecho con plumas rojas y amarillas, ese era el distintivo, si se lo quitaba lo mataban así hubiera logrado sobrevivir a la prueba.
- Eres afortunado, o te conviertes en la comida de un dios o te conviertes en dios. Tienes hasta la mañana para sobrevivir, cuando el último sol se oculte saldremos a buscarte, a cinco faerts de aquí[1] encontrarás cinco armas, un hacha de doble filo, una espada corta, una lanza, un arco con su carcaj y una maza, toma una y solo una, si tomas otra a pesar de que logres sobrevivir te sacrificaremos pero no en honor a Maan sino para que tu alma se pudra en los pasadizos de Akus. ¿Entendido? Si logras estar vivo a la subida del último sol para el día de mañana tendrás tu libertad y dinero suficiente para que puedas vivir donde quieras, también puedes intentar matarme y te convertirías en el jefe, eso puedes decidirlo tú, el tiempo empieza a correr en estos momentos así que ¡vete!
El hombre miró con miedo a todos los que lo rodeábamos, hasta ese momento habíamos sido amigos, habíamos luchado, sembrado y cazado juntos desde hacía tiempo, pero en la rueda de Tury había caído sobre él la bendición, o maldición, de convertirse en el alimento de Maan y yo me había ganado el derecho a convertirme en hombre. No lo lamenté, alguien tenía que ser y, a pesar de que podía convertirme en jefe de la aldea prefería únicamente tener la oportunidad de ser tratado como un hombre y ya no tener que reunirme en la cabaña de los niños para recibir el alimento, aparte de ello ya había visto que mis miradas a Kova eran correspondidas y solo un hombre podía desposarla.
Ya el último de los soles se ocultaba y todos nos reunimos alrededor de los caballos, alguien comenzó a repartir teas, lo primero que íbamos a hacer era ir al vado de Sible para verificar cual de las armas faltaba además, era el paso lógico que tenía que hacer, que cualquiera hubiera hecho.
Corrimos hasta el vado y encontramos que no faltaba ninguna, el ayudante del jefe nos reunió, dejó a dos de nosotros vigilando las armas y el resto se dispersó buscando al objetivo.
Pareciera que Maan estaba de parte mía, me quedé junto con Daert a cuidar las armas, Daert era amigo mío de la más tierna infancia, había podido convertirse en hombre un año antes que yo y sin embargo no dejaba de buscar mi compañía.
- Del. Quedémonos quietos los dos, hagamos turnos de dos horas cada uno, si aparece podremos ser héroes sino, pues, no habremos arriesgado nuestro pellejo. ¿No te parece?
Asentí, me parecía que era justo, éramos los más inexpertos así que muy probablemente nos convertiríamos en estorbo para el resto. Después de dos turnos la noche se había convertido en amodorrante así que cuando Daert me suplió lo agradecí de todo corazón. Comencé a soñar con Kova, con sus pechos anhelantes y sus labios que parecían como hechos con piel de durazno cuando sentí una fuerte presión sobre mi boca, pensé que Daert me jugaba una broma pesada pero cuando abrí los ojos y vi el cuerpo de Daert con un gran hueco en la cabeza por el que se salían los sesos me di cuenta que habíamos caído en una trampa.
Frente a mí estaba el Finazámaany, es decir, el sacrificado a Maan, me amenazaba con la espada de Daert. No moví un solo músculo, él me amordazó y amarró mis manos, acto seguido se quitó el tocado y me lo puso, tomó el cuerno que nos habían dejado para cualquier emergencia y sopló.
Sentí que el mundo me daba vueltas me di cuenta que, siendo de noche y con el tocado en la cabeza, era casi idéntico al Finazámaany, nadie se daría cuenta del error sino cuando yo estuviera muerto.Ahora estoy corriendo por mi vida, escucho como los caballos se acercan, no puedo gritar solo correr, espero que alguien, quizás mi padre se de cuenta que yo no soy el Finazámaany, sino fuera a perder mi vida me daría risa la situación ahora tengo todos los peligros del Finazámaany pero ninguno de los beneficios. Me detengo un momento trato de quitarme la mordaza, tengo sed y estoy cansado. Cerca de mí veo la luz de las antorchas ya se acercan, creo que voy a morir y no tengo ni lágrimas para derramar, espero tener mejor suerte la próxima vez.





[1] Un faert equivale 2,79 metros

viernes, 23 de febrero de 2007

miércoles, 21 de febrero de 2007

Origen de los traumas sexuales

Freud vs colegio
Sé que es lógico que en medio de todo no me halla puesto a pensar en lo que significa el hecho de que toda mi vida emocional solo signifique 15 minutos de euforia y esperar que una vez me levanté de la cama haya un poco de ansia de ver la cara de la persona que a mi lado se encontraba sudando y jadeando.
Digo que es lógico porque nadie se pone a pensar en ello, solamente nos divertimos imaginando que el amor ya está llegando, o que ya llegó y que el hombre o la mujer que es nuestra pareja es la última y que ya no tenemos que voltear la cabeza para ver a alguien mejor.
El ser humano se ha pasado más de cuatro mil años mejorando su vivienda, su ropa, su comida, su cuerpo, su mente, su entorno, pero lleva menos de cien pensando en mejorar su corazón; siempre nos olvidamos de él no? Caminamos desde la adolescencia con los rezagos de la niñez, si uno tiene suerte y es un hijo deseado y tiene unos padres más o menos eficientes, por lo menos sabrá que es tener un poco de cariño y uno que otro abrazo que logra alcanzar hasta entrar al colegio, allí, si uno es hombre, hay que olvidarse de abracitos y besitos para los padres, si uno es mujer debe mirar detenidamente que chicos son interesantes para “caerles”, aunque ellos crean que son los que “levantan”.
En ese periodo es, y en ello disiento de Freud, donde se crean los más grandes complejos, la primaria es un paraíso hasta que se enfrenta al bachillerato, en la escuela uno podía ir donde la maestra y quejarse, en la secundaria también puedes pero si lo haces tendrás alrededor de 20 enemigos gratuitos y ni un amigo que te proteja; es en ese ambiente medio nazi cuando tenemos los primeros contactos con el sexo opuesto, eso no quiere decir que sea el primer encuentro sexual verdadero, porque si bien es cierto que hay muchas niñas y niños que son padres también es cierto que lo que ellos tuvieron fue un choque de camiones sexuales y ni siquiera se dieron cuenta de nada, mucho menos como quedo embarazada la madre.
Muchos padres se vanaglorian de ser ellos los que inician sexualmente a sus hijos, sobre todo varones. Ellos pretenden ser los que le indiquen a sus retoños cuáles son los secretos hierofánticos de la cama, llevan al pobre chico a un burdel donde le consiguen a una mujer que le dé la prueba de campo y de ahí en adelante ya todo es cuestión de él.
Craso error. Son los amigos del colegio quienes le enseñan como cuando y donde “tirar” (en algunos casos hasta se indica el quién). Todo hace referencia a algo tan antiquísimo como el hombre es el sentido de clan o tribu. A partir del siglo diecinueve los sentimientos familiares fueron desplazados a las amistades. Durante la edad antigua los amigos eran prácticamente los familiares (si revisamos concienzudamente la Ilíada y la Odisea podríamos ver que todos esos héroes se encontraban emparentados y si no pues terminaban casándose entre ellos lo que implicaba el ingreso al núcleo familiar), ese statu quo se mantuvo durante la Edad Media y el Renacimiento, las guerras europeas de esa época prácticamente fueron guerras de familias, grandes familias. Sin embargo, al llegar la época de la ilustración y el iluminismo, al comenzar a cuestionar el estado de las cosas hasta ese momento imperante, igualmente cambió la forma en que se apreciaba a la familia.
La libertad, la igualdad y la justicia que abanderaba la Revolución Francesa se basaba en una familia que buscaba la creación de un ciudadano que sirviera en primer término a la sociedad y en segundo al estado. En estas circunstancias la amistad, aunque no desaparece por cuanto la idea es que si todos somos iguales todos podemos ser amigos, sí se separa de la familia. El amigo es otro ciudadano que proviene de otra familia con iguales ideas para bien de todos.
El fracaso de esa primera república no significó el fin de esta forma de ver la amistad. La firma de la Constitución de estados Unidos, aunque halla sucedido antes en el tiempo es significativa de los derroteros de la familia y la amistad (Algo así como que la Revolución Francesa era el fin de un proceso mientras que la firma de la Constitución de los EE.UU. fue el inicio de otro proceso) quienes firmaron esta no fueron amigos ni camaradas eran representantes de familias de la sociedad norteamericana de esa época. Es decir, pasamos del amigo que es mi familiar al amigo que pertenece a una familia cercana a la mía.
Pero ese no es el final de esto. La Inglaterra Victoriana significó una vuelta a la familia de la Edad Media y Edad Antigua, sin embargo, ese prácticamente fue el canto de cisne para esa peculiar forma de apreciar las relaciones familiares-amistosas. Todo eso fue influido por el romanticismo, sin embargo, la aparición de Marx, y la consiguiente llegada de grupos de diferente índole (anarquistas, socialistas, comunistas, etc.) debilita aún más a la familia clásica y aparta aún más a la amistad de esta.

Cadáver mediano

Y prosiguió cabalgando solo hacia Armenelos
Aunque no con tanta abundancia
E incluía la región donde se levantaría después Dol Guldur
Erendis no se hizo presente a la mesa
Vivieron durante siglos en los bosques

Hay más cosas de las que quiero enterarme
Por causa de los “hombres púkel”
No, a no ser que puedas volver el tiempo atrás
Y se sentó junto a una laguna
Y en las calles cantaban los hombres y las mujeres.

Libro de los poemas perdidos (Introducción)

A partir de este día, en una periodicidad que no puede ser determinada por nada ni nadie, comienza la aparición del libro de los poemas perdidos. Es un conjunto de poemas, algunos fruto de un ejercicio otros por el placer puro de escribir, nada más. Solamente pueden ser unidos por el lector dentro del orden-desorden caótico de su mente. Porque, la otra hilación, sólo la llevo yo como escritor en mi cabeza ambsa son imposibles de relacionarse y únicamente podemos ver el reflejo en nuestras voces, y eso cuando se pueda dar una hipotética conversación.
No está terminado el libro, y muchos de los poemas tampoco, a pesar de eso no me escudaré en ello para defenderme, no tengo por qué, nadie puede criticarme.

Trastornos

La noche caída rauda sobre las montañas. El montañés, sobrio y paciente subía por el árido paisaje como una abeja a su panal. Sobre el cielo fulgurantes llamaradas cruzaban las nubes como si en él una encarnizada batalla se librara; a lo lejos un gran castillo se recortaba contra este guerrero telón, diminutas ventanas se encendían y apagaban continuamente por todo su cuerpo escamado como el de un reptil. La luz de los relámpagos golpeaba duramente contra el ladrillo de las paredes mutándolas de blanco a naranja constantemente.
El delgaducho hombre se irguió delante del pozo del castillo, esperó que el puente descendiera, este bajó chirriando como si miles de grillos estuvieran dentro de él y cantaran al unísono
[cm1] . Al final con un golpe seco como si descansara el antiguo puente cayó, el hombre caminó sobre él erguido y rápido, respiraba velozmente y su cuerpo se movía con un ritmo infernal, sus ojos se agrandaron y sus vasos sanguíneos parecían querer salir del yugo ocular[cm2] .
Las nubes se separaron un poco dejando que un pequeño rayo lunar cayera al espacio iluminando blandamente al hombre. Su piel pareció estar en punto de ebullición, sus facciones se alargaron, su cuerpo cayó y un aullido terrible sacudió la montaña y el castillo.
La oveja dormía blancamente y no sintió cuando el enorme lobo le cercenó la garganta arrastrando su cuerpo hacia las montañas.

[cm1]En esta parte casi no hay transformación respecto al original revisar la concordancia e importancia de la descripción.

[cm2]Me parece exagerado este tropo, sin embargo dejémoslo por ahora a fin de ver como queda en el conjunto del resto de la composición.

viernes, 16 de febrero de 2007

Imágenes

Es interesante observar como el hombre se preocupa por cosas tan vacías como el dinero, los objetos materiales y demás. Es decir, quién creó el dinero? Pues el hombre. Su objetivo era simplificar las cosas, uno no tenía por qué llevar el oro y prendas en la mano para poder hacer intercambios. El “Estado” garantizaba que en sus arcas estaba la suficiente cantidad de oro para cubrir lo establecido en el pedazo de metal o en el papel que llevaba estampado su sello. Alguna vez han intentado cambiar ese dinero por oro en algún banco? Es decir, si vivo de manera autosuficiente en una cabaña o algo así, que mis relaciones con mis “asociados” son las básicas (Charla, compañía, etc.) y no necesito el dinero por qué no pedirlo y hacer con él lo que me venga en gana? Pues no se puede. No se puede porque esa cantidad ya no existe. Debemos tanto a tanta gente que si reuniéramos todos los billetes que existen en el mundo no alcanzaría el oro desde la creación hasta acá para cubrir la deuda.
A pesar de esto todavía nos matamos por conseguir más y más de algo que en sí no posee valor alguno. Eso no es estúpido? Homo estupidus debiera ser el siguiente eslabón de la cadena evolutiva humana. Bueno de todas formas nos encontramos ante la situación de que existen personas que matan, se suicidan, roban, mienten y/o engañan para obtener esos papeles.
Pero en realidad es por los papeles?. Creo que no, es por lo que representan: el poderío, la riqueza, el estatus social, etc. En el fondo es la capacidad de aceptación del resto o la capacidad de mandar al diablo al que no lo acepte. Si yo salgo a la calle con un pantalón morado y una camisa anaranjada puedo ser tomado de dos maneras, si no tengo dinero soy una persona con una estética pobre y ridícula, en cambio, si me pudro en plata, simplemente soy excéntrico. Lo que acabo de decir está más que trillado, sin embargo, a pesar de todo, lo que quiero decir no es eso, continuemos con el análisis del ser humano para así poder exponer bien mi punto. Tenemos una primera conclusión, ya sabemos que se mata por unos pedazos de papel que únicamente él les da valor.
Ese dinero sirve para “comprar” cosas entre esas cosas se encuentra la ropa. Si es ropa de marca podemos decir que nos estamos viendo bien. Lo que yo interpreto ahí es lo siguiente: el hombre por naturaleza busca crearse una imagen dentro de su grupo e irremediablemente tenemos una imagen de nosotros en el grupo. Es decir, yo puedo tratar de crearme una imagen de persona culta y refinada pero la imagen que recibe mi grupo es el de una persona ridícula y patética. También pueden coincidir (Eso me han contado).
De todas maneras el hombre trata que lo vean de alguna manera. Esta búsqueda de imagen puede ser consciente o inconsciente. En el primero de los casos podemos ser honestos o falsearnos. El ser honestos no implica necesariamente que nuestra imagen refleje de manera pura y directa lo que realmente somos, el ser honestos implica es el conocer como somos pero tener la capacidad de variar esa imagen según nuestro deseo de manera consciente, en cambio cuando tratamos de falsear nuestra imagen lo que realmente hacemos es, a pesar de saber que ese no es nuestro yo, ocultarlo de manera burda y estúpida.
Expliquemos un poco más. Puedo asumir diferentes posiciones sin dejar de ser yo mismo, es decir, profesionalmente puedo reflejar una imagen dura inflexible mientras en mi hogar puedo ser “otro”. A pesar de lo burdo o estúpido que puede ser falsear nuestra imagen en todo caso es preferible a la creación inconsciente de la imagen.
Cuando nuestro inconsciente es manejado por los diversos productos y marcas y decidimos tomar algo porque la “imagen es nada, la sed es todo” en realidad no estamos eligiendo, nuestra poca libertad es inducida por otras personas partiendo de colores, actitudes, etc. Queremos ser el vaquero de la Marlboro, o andar con las viejas que salen en las discotecas donde se vende Pepsi. Todo eso se pretende adquirir con el dinero, es decir, que si tenemos dinero vamos a dejar que otros lo tomen para no tener la molestia de crear nuestra imagen y que esos otros la creen por nosotros. No se sigue oyendo estúpido? Peleamos, matamos, robamos, mentimos y engañamos para conseguir el dinero (los papeles que nosotros le damos valor) para comprar cosas que otros nos dicen que es lo que todos usan y que así nos vamos a ver (creamos una imagen) ante los demás.
Espero que se den cuenta que todo lo que he hablado proviene del exterior, no es algo que se endurezcan dentro de la reflexión de nuestro ser y se exponga a la luz cuando está listo. No tanto el dinero como la imagen que podemos comprar con él son cosas que provienen de nuestro exterior. Impuesto y aceptado por los demás.
En estos momentos me siento un poco del lado anarquista. Particularmente pienso que el anarquismo es el idealismo absoluto puesto que siempre tendremos un sistema y los anarquistas se rebelarán contra él aunque hallan luchado para imponerlo. Sin embargo, algunos de sus postulados son dignos de razonamiento, en cuanto a lo que compete de lo que estamos hablando, el anarquismo propugna por una destrucción del dinero y todo lo que eso implica. Nuestra ropa, nuestra comida y nuestra vivienda debemos ganárnosla y hacerla nosotros mismos. Es más el licor que bebamos debemos fabricarlo.
Esta postura, cuando es sincera, nos lleva a recordar todo lo que hemos perdido por estar ganando espacio material. Todos los deseos del hombre son materiales y sus aspiraciones inmateriales. Si pudiéramos suprimir esos deseos, entendiendo esto las ganas de poseer algo que no tengo y que sin él puedo vivir perfectamente, el bienestar ya llegará.

La identidad nacional e identidad humana

La Paz de Westfalia de 1648 es considerada como el momento histórico en que nacen los Estados Nacionales o Estados Modernos. En ese instante, casi arbitrariamente, se distribuyó el territorio de Europa de acuerdo a ciertas necesidades políticas que provenían, no en menor medida de conflictos culturales e ideológicos. Esta paz fue consecuencia directa de la guerra de los treinta años, que llegó a involucrar a media Europa alrededor de problemas netamente religiosos.
Detrás del conflicto religioso, sin embargo, subsistía el conflicto generado por las diversas formas de ver el mundo y de aplicar la política, la ciencia, el arte y, en general la sociedad. Esto desembocó, obviamente, en la búsqueda desenfrenada de quién era el hombre occidental, más exactamente el hombre europeo, y que vino a dar frutos varios siglos más adelante con la aparición del romanticismo que no era más que una mirada a un pasado, en algunos casos mitológico, a fin de poder determinar desde la preponderancia cultural, étnica, científica, política, etc.
Antes del tratado de Westfalia no se encontraba un acendrado nacionalismo que embargara territorio, población y gobierno, las tres características de un estado moderno. Es así como vemos que los galos no eran propiamente estado a pesar de vivir en un mismo territorio y hablar una misma lengua, cada quien tenía un gobierno diferente y, por otro lado, el decadente estado romano tampoco era un estado moderno puesto que, a pesar de imponer su forma de gobierno sobre los territorios que anexionaba, no se poseía ni la misma lengua y mucho menos pertenecían a un mismo grupo étnico.
A partir del siglo XVII se empieza en forma a generar lo que en estos momentos conocemos como nación o patria[1]. Esto obedece a varias razones, entre ellas el protestantismo religioso y la aparición de la imprenta[2].
No vamos a estudiar los fundamentos teológicos de la reforma y la contrarreforma simplemente las citamos como movimientos intelectuales que generaron una forma diferente de verse el hombre dentro de su propio contexto.
Hasta la aparición de Lutero y Calvino, la religión católica era la predominante en Europa. Esta tenía como sede Roma aglutinando espiritualmente al resto del continente sin tener en cuenta a los gobernantes del territorio, en más de una ocasión sus fallos influían por encima de estos. Cuando aparece la reforma esta buscaba una forma diferente de interpretar las sagradas escrituras apartándose de lo predicado por Roma. Si bien es cierto que en un principio no se buscaba separarse del papado esta escisión no duro mucho para aparecer debilitándose en gran medida el poder que Roma ejercía sobre Europa.
Esta forma de pensar nació a partir de una nueva forma de leer y una nueva forma de acceder a los textos. Esto nos lleva al segundo punto que incide en la aparición de los estados nacionales. Con la aparición de la imprenta el libro fue más accesible a el pueblo en general pudiendo tener una familia inclusive una Biblia en el idioma de cada país[3].
Más adelante se puede observar que dentro de estos planteamientos se encontraban los gérmenes de la revolución francesa de 1789, pero ese estudio desbordaría totalmente el asunto que se pretende tratar acá.
Estas dos circunstancias generaron que el hombre se diera cuenta de su entorno y pudiera sentirse que pertenecía a un lugar no solamente por nacimiento sino por lengua, cultura, religión y gobierno. En esta conclusión, como se observó, jugó un papel importante un artilugio mecánico: la imprenta. Teniendo esto en cuenta es necesario entender que los cambios técnicos y tecnológicos afectan la forma como el ser humano entiende su propia realidad. De ahí deducimos que la aparición de tecnologías como el internet, los video juegos, la comunicación celular, la televisión, etc, perturban el sentido de identidad nacional y/o patriotismo que se posea.
Esto no se debe tener como algo negativo de por sí. Es un hecho con el cual se tiene que vivir y que nos impulsa más bien a buscar nuevas concepciones de nación y patria. A través de esta ponencia pretendo demostrar que la modernidad, entendiéndose esta desde el punto de vista filosófico y tecnológico, transforma nuestras relaciones con el entorno social cercano (familia, vecinos, etc.) y con el resto del mundo.
Nación y patria
Es común que entendamos que cuando se habla de nación y patria se entienda igualmente que se habla sino de lo mismo de sinónimos. A pesar de ello, la nación engloba aspectos del hombre que no tienen que ver con la patria.
La Real Academia Española, en Diccionario Esencial de 1997, tiene tres acepciones de la palabra nación.
La primera expresa: “Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno”
Mientras la tercera dice: “Conjunto de personas de un mismo origen étnico y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común”
Por lo que va de patria tiene dos acepciones. En la primera habla de: “Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos”
En la segunda habla de: “Lugar, ciudad o país en donde se ha nacido”
Como podemos ver cualquier idea de nación lleva dentro de ella misma un componente netamente humano como principal motor de existencia. Por su parte la noción de patria, aunque obviamente no desecha el aspecto humano, posee un alto componente geográfico (llámese ciudad o país) los vínculos humanos que aparecen en la patria son creados de manera externa y, en cierta medida, consciente por parte del hombre. Por otro lado la nación se genera a partir de la interioridad misma de él, es su lengua, sus tradiciones, su raza[4].
Estos puntos son esenciales al entrar a analizar la identidad del humano con su nación y con su patria. Estos valores son los que van a ser transformados por las nuevas formas de acceder a la tecnología.
Cultura, identidad y tradición
La Ley general de cultura en el numeral primero de su artículo primero define la cultura como sistema de características netamente internas. Más exactamente asevera:
“(...) 1 Cultura es el conjunto de rasgos distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos, sistema de valores, tradiciones y creencias”[5].
Por su parte en el numeral segundo de ese mismo artículo manifiesta:
“(...) 2. La cultura, en sus diversas manifestaciones, es fundamento de la nacionalidad y actividad propia de la sociedad colombiana en su conjunto (...). Dichas manifestaciones constituyen parte integral de la identidad y la cultura colombiana (sic)”[6]
Por otra parte en el artículo 4º define patrimonio cultural de a Nación como que “(...) está constituido por todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad colombiana tales como la tradición, las costumbres y los hábitos (...)”[7]
Del análisis de estos artículos podemos concluir que la ley confunde la identidad nacional con la cultura de la nación. Es apenas obvio que, en su carácter abstracto y general, la norma no tiene en cuenta ni debe tenerlo las particularidades con las que vivimos día a día.
Sin embargo, es necesario entender que la identidad de un pueblo es todo aquello que lo distingue de otro, una de las cosas que lo distingue es la cultura y esta va desde la literatura hasta la forma como se prepara un alimento en especial. Todo esto se encuentra englobado en lo que realmente somos e incluye la forma como hablamos tanto como incluyen las tradiciones a través de las cuales nos formamos.
Un punto muy especial que merece toda nuestra atención es lo referente a la tradición. La tradición es algo intangible que solamente se puede observar a través de actuaciones específicas en momentos específicos, verbigracia el carnaval. La tradición pervive por la misma sociedad en la que existe y nunca viceversa.
Es muy común encontrar discusiones sobre la “desaparición” de la tradición por el simple de hecho de cambiar un aspecto de la actuación. Pero si se tiene en cuenta que la sociedad cambia conforme va avanzando la historia, es lógico entender que la tradición igualmente debe cambiar.
Es así como encontramos que la Real Academia Española de la Lengua, dentro de su definición de Tradición toma esta como transmisión de noticias, etc, que va de generación en generación[8]. Como vemos en ninguna parte aparece un elemento que nos implique estatismo o congelamiento de las cosas que nos obliguen a mantener un statu quo eterno.
También en este aspecto es necesario entender que el cambio de circunstancia generará un cambio en la tradición. Y en este punto quiero recalcar la palabra cambio no implica desaparición, aunque este cambio sea de tal magnitud que si se observara la tradición modificada por parte de un miembro antiguo este crea que no es la misma.
También es importante acotar que este cambio no puede ser del concepto de la tradición, esta parte si es inmutable ya que debe generar las mismas sensaciones, fe o significado para la nueva generación como en su momento generaba la tradición no mutada para la generación anterior.
Esta circunstancia es necesaria en la supervivencia de cualquier sociedad. Lo observamos en cualquier aspecto de la sociedad, desde la forma en que se desarrolla la liturgia religiosa hasta en la manera como se presentan los acercamientos sentimentales.
Hibridismo latinoamericano
Para poder entender la incidencia que puede tener la modernidad dentro de nuestra sociedad latina es forzoso comprender que Latinoamérica es un híbrido cultural nacido a partir de la mezcla de Europa, África y América precolombina.
El sociólogo Néstor García Canclini en su obra Culturas Híbridas hace un excelente estudio sobre este aspecto.
Explica en dicha obra que la modernidad y la posmodernidad no se vivieron ni se viven en Latinoamérica de la misma manera y bajo los mismos aspectos que la europea. Al respecto manifiesta:
“Una primera tarea es tener en cuenta las discrepantes concepciones de la modernidad. Mientras que en el arte, la arquitectura y la filosofía las corrientes posmodernas son hegemónicas en muchos países, en la economía y la política Latinoamérica prevalecen los objetivos modernizadores (...)”[9]
Esta irregular forma de recibir y entender los procesos proviene precisamente de la mezcla de identidades y culturas de donde provienen nuestros países. Si bien es cierto que durante el siglo XIX, y en algunos aspectos aún en la actualidad, la élite intelectual prefiere la cultura europea sin tener en cuenta la problemática y el acervo cultural local, no es menos cierto que, con la aparición de la modernidad, se dio un viraje ideológico empezando a mirarse el latino a sí mismo y sus capacidades. Es así como vemos que si Darío le cantó a Capoulicán con formas extraídas de Europa ahora podemos escuchar al cantante Cabas reinterpretar sones como la cumbia con apoyo de la música electrónica.
Al respecto Canclini menciona:
“En varios casos, el modernismo cultural, en vez de ser desnacionalizador, ha dado el impulso y el repertorio de símbolos para la construcción de la identidad nacional”[10]
De todas maneras es inevitable que aceptemos que somos naciones que aún nos encontramos en la búsqueda de nuestra propia identidad. Esto implica, como en toda búsqueda, equivocaciones y éxitos. Implica igualmente que somos más permeables de lo que pretendemos a experiencias e influencias externas. Por ello es necesario utilizar esta aparente debilidad y convertirla en fortaleza[11].
Por otro lado, un ingrediente que se debe agregar a esta situación es la inestabilidad política de nuestros países y los factores de violencia que afectan a la sociedad latina, y muy especialmente a nuestro país. Encontramos situaciones como la del desplazado, persona que es extraída de su entorno natural de manera forzosa ya sea por la imposibilidad de mantenerse económicamente en él o por verse obligado por cualquier grupo armado. Podemos observar en las calles de Barranquilla a grupos de indígenas provenientes de Nariño, vestidos como es su costumbre y hablando entre ellos su propio idioma. Este ingrediente complica aún más la búsqueda de nuestra identidad ya que actualmente no existe catalizador político ni cultural que pueda mediar entre el desplazado y el habitante de la localidad.
Esto genera un desarraigo y desconocimiento de las personas que conviven con el lugar. Todo esto trae como consecuencia una pérdida del sentido de compenetración social agudizando brechas económicas y culturales que nos ponen trabas al momento de poder unirnos como sociedad.
Últimas tecnologías e identidad
Las últimas tecnologías han podido hacer que la llamada “aldea global” se sienta a la vuelta de la esquina. No es raro escuchar en una conversación que muchachos digan que tiene una cita virtual con su novio (a) o amigo(a) virtual. Persona esta que no vive, en muchos casos, ni siquiera en el mismo continente. La velocidad del envío de información es tal que se pierde en cierta manera el sentido de la distancia. El intercambio cultural que vivimos es impresionante e implica asumir una posición crítica sobre estas “nuevas” situaciones.
La existencia de esta forma de comunicación no implica la desaparición de nuestra sociedad para llegar a una identidad mundial. Implica una aceptación de nosotros mismos con nuestra realidad para poder enfrentar otras formas de ver el mundo.
A mediados de la década pasada la sociología entendió que “las transformaciones culturales generadas por las últimas tecnologías y por cambios en la producción y circulación simbólica no eran responsabilidad exclusiva de los medios de comunicación”[12]. Es decir es nuestra responsabilidad como individuo afrontar los cambios que nos pueden traer la utilización, uso y abuso, de las nuevas tecnologías.
Para Canclini esto causa la desaparición del espacio público, plaza, parque, como lugar de encuentro de las personas pasando a ser desplazado por las comunicaciones en línea, chats, etc. Así mismo el entorno del individuo disminuye su área de desarrollo restringiéndose a su entorno doméstico.
“(...) “aparecer en público” es hoy ser visto por mucha gente dispersa ante el televisor familiar o leyendo el diario en su casa”[13].
A pesar de estas acotaciones Canclini no considera que esta forma de vivir la modernidad esté sustituyendo las formas anteriores de vivir la misma realidad. Al contrario es necesario que se reorganice nuestra estructura de pensamiento de acuerdo a los cambios que acaecen a diario. Es decir, hay que aprender a vivir con los cambios no por causa de ellos.
Tan es así que considera que “la remodelación tecnológica de las prácticas sociales no siempre contradice las culturas tradicionales y las artes modernas. Ha extendido, por ejemplo el uso de los bienes patrimoniales y el campo de la creatividad”[14]
No podemos ver a la tecnología como el monstruo ya que a la final es el ser humano quien la crea, quien decide como y por qué usarla. Bajo ningún aspecto la tecnología debe ser nuestra enemiga, al contrario, puede ser un arma poderosa para amalgamar a la sociedad latina bajo nuevas formas de pensarse a sí misma.
Una de las consecuencias de esto es la posibilidad de que las obras artísticas ya no se queden única y exclusivamente en un sector de la población sino que puedan ser manejadas y conocidas por una fracción más amplia de la misma. Lógicamente esto redunda en una mayor cohesión como individuos que pertenecen a un mismo grupo social y fortalece las conexiones entre ellos.
A pesar de todo existen posiciones contrarias que pregonan los peligros de la tecnología como barrera para crear verdaderas relaciones humanas. La amplia industrialización y el poco “tiempo libre” como se entendía anteriormente crean, para estos estudiosos, unas necesidades muy particulares de cada individuo esto, a su vez, trae como consecuencia una desaparición de las relaciones humanas como tal colocándose como intermediario el artilugio electrónico y estableciendo un “espacio propio” donde no interesa realmente lo que sienta o piense el otro sino como puedo yo solucionar mis propios problemas.
Esta situación se basa en la utilización de las imágenes, ( video, cine, publicidad, cine, etc) como herramienta alienante del hombre. Separándolo de sus congéneres y obstaculizando el encuentro de una identidad que aglutine un grupo social concreto.
Es claro que está situación se da en mayor medida en las sociedad avanzadas en las que se crean “sociedades subculturales” en las que no importa realmente quien es la persona que tengo al lado sino que función tiene dentro del sistema en que me muevo.
Un caso de esta situación se da dentro del grupo de fanáticos de una serie de televisión o película (Star Wars o Viaje a las estrellas), que llegan a comportarse y a vestirse en su vida pública y privada como lo hacen los héroes de sus historias. Se reúnen en “Convenciones” en las que intercambian objetos que no corresponden de ninguna manera a un uso práctico en la realidad pero que, para ellos, llega a ser fundamental dentro su cotidianeidad.
Es claro que este tipo de alienación aún no ha llegado profundamente a nuestras sociedades. Sin embargo, se dan casos aislados y específicos, sobre todo en las grandes urbes, donde se pueden encontrar pequeñas comunidades que escuchan, se visten y oyen cosas que no corresponden a su identidad cultural. Pero esta actitud, que se da sobre todo en los jóvenes, más que alienante es una actitud de rechazo a lo impuesto y un síntoma de la búsqueda incesante del latino por averiguar quien es realmente y para donde quiere que vaya la sociedad en que se mueve.
Aún existiendo el “peligro” arriba anotado, seria necio por parte de nosotros como sociedad dar la espalda a la tecnología para iniciar la búsqueda de una identidad que no vamos a encontrar sino sabemos utilizar estos medios actuales. Esta llamada de atención es más que todo eso. Un momento para que no perdamos de vista los riesgos que existen de ser absorbidos por los medios a tal punto que se de un proceso de des – humanización que conlleve un enfrentamiento con nuestra propia cultura ( que si existe aunque no esté perfilada nuestra identidad) y nosotros mismos.
Nuestra ciudad, por ejemplo, es una ciudad que histórica y geográficamente se ha visto expuesta a la llegada de influjos extranjeros. Haciendo igualmente de lado las discusiones que se dan alrededor de estos temas, por la “Puerta de oro” ingresó la salsa, la aviación junto al correo aéreo, el fútbol, y, en general la mayoría de las importaciones que hacía el país hacia finales del siglo XIX y mitad del siglo XX. Es decir, la mayoría de los aspectos culturales y tecnológicos que transformarían y moldearían a Colombia en el pasado siglo. O sea que para el barranquillero no es extraño recibir las influencias de otras regiones y otros países para apropiarlas, hacerlas parte de su cotidianeidad y vertirlas dentro de su propio acervo cultural.
Esto genera dos cosas, por un lado el barranquillero puede tener la inteligencia para desenvolverse en cualquier otro lugar pudiendo llegar a dominar su entorno. Por otro lado esta misma “inteligencia” lo pone en riesgo de perder la conexión primaria con su patria chica, con Barranquilla.
Sin embargo, esta última situación no ocurre a menudo. Esto es porque, desde su fundación Barranquilla fue un lugar de encuentros. Como lo señalo arriba, igualmente de entrada de información y material cultural diverso. Es quizás la ciudad más híbrida de nuestro país, partiendo del hecho que no es raro encontrarse en la ciudad con descendientes de inmigrantes que, sin olvidar de donde provienen, se sienten barranquilleros. Este caso se daba hacia mitad del siglo XX con los libaneses e italianos y más recientemente con inmigrantes del interior del país.
Quiero ser claro. No quiero comparar Barranquilla con Bogotá. La capital del país por su tamaño, importancia política, y cantidad de habitantes, es considerada cosmopolita esto implica la convivencia de personas provenientes de muchas partes. Lo que planteo es que Barranquilla es híbrida puesto que dentro de su formación concurren una diversidad cultural que va más allá del simple encuentro entre españoles, indios y negros.
De hecho en lo que hoy se conoce como el departamento del Atlántico existían una serie de asentamientos indígenas, de raíces mocaná pero que, a parte de ello, no tenían una unidad. Cada uno tenía cacicazgos y ritualidades independientes.
Por otra parte las inmigraciones que se dan en Barranquilla son posteriores a la guerra de independencia, por tanto la directa influencia española está más atenuada que en otras ciudades recibiendo mayor influencia de Italia, Alemania, Líbano, Siria, etc.
Por último de igual manera que no recibimos, por simple sustracción de materia, influencia colonial española como tal, tampoco recibimos influencia africana directa, proviniendo esta de Cartagena.
Quizás somos los habitantes de Barranquilla los colombianos más preparados para afrontar estos retos sin perder nuestra identidad y generando ,a su vez, la amalgama que tanto necesitamos para poder sentirnos definitivamente como latinos, de forma completa y absoluta.
Conclusión
Norman Muller es un hombre común, que tiene una vida común con su esposa y sus hijos, su trabajo no es nada especial y no tiene ningún tipo de sobresalto. En resumidas cuentas es un hombre desconocido que vive una vida anodina y común. Sin embargo todo cambia cuando dos policías aparecen en la puerta de su casa a informarle que Multivac, la gran computadora que controla las condiciones de la vida de todo el planeta lo había escogido para ser el votante del año. La tecnología había avanzado tanto que una persona cualquiera, respondiendo una pregunta cualquiera podía escoger al presidente de los Estados Unidos. Todo se basaba en los infinitas conexiones electrónicas que tenía la supercomputadora Multivac. Ese día cambió la vida de Norman Muller para que pudiera responder a la pregunta: ¿ qué le parecen los precios de los huevos?. Pregunta a partir de la cual Multivac iba a decidir qué político sería escogido como presidente de los Estados Unidos de América.
Claire Belmont era una mujer menos que normal, que nadie tomaba en cuenta hasta que apareció en su vida Tony el último robot androide creado por el hombre. Tony fue capaz de transformar no solamente la forma en que ella vivía y se vestía sino hasta como hablaba y se desenvolvía en la sociedad haciendo que esta no solo ascendiera en la escala social sino que consiguiera la autoconfianza y la determinación que siempre le había hecho falta en la vida.
Estos son los argumentos de dos cuentos del ilustre escritor, historiador y científico Isaac Asimov responsable de concepciones como las tres leyes de la robótica que trascienden la ficción para entrar en la realidad[15].
Eco manifiesta en su obra ya citada que la ciencia ficción “no permanece nunca en una placentera justificación de lo factual, sino que mantiene una tensión utopística, una función alegórica y educativa”[16]. También piensa que la Ciencia Ficción “no puede sustraerse a una función pedagógica”[17]
Es por ello que traigo a colación estas dos historias para dar fin a mi exposición.
Como podemos ver en ambas historias la tecnología y sus usos son utilizados para transformar la vida de los protagonistas. En el primer caso hasta entra a definir la vida política del país más poderoso del mundo en la actualidad. Esta utilización obviamente tiene repercusiones en la forma como se plantean las relaciones entre los humanos. En el primer caso hay una tensión increíble por parte del protagonista al desconocer qué pregunta le van a hacer y si su respuesta da como resultado la escogencia de un buen o un mal presidente y en el segundo caso hace hasta se da una especie de “venganza” por parte de la protagonista en contra de otra mujer que siempre le había hecho la vida imposible.
Esto debió generar en su momento un cambio de la forma de apreciar la realidad pero en ningún momento en estas historias se puede observar que estos cambios tecnológicos hayan afectado la identidad de los protagonistas como miembros de una sociedad. Ellos no dejan de ser humanos y, sobre todo en la primera historia, pertenecientes a una nación que tiene un gobierno y que se encuentra circunscrita a un territorio.
No tenemos que olvidar, como bien lo dice Umberto Eco en su libro Apocalípticos e integrados que la televisión no es un género artístico ni mucho menos, es un “servicio”, “un medio técnico de comunicación a través del cual se pueden dirigir al público diversos géneros de discurso comunicativo”[18]. En pocas palabras no es la televisión, y mucho menos el internet y los demás artilugios electrónicos, quienes nos controlan a nivel individual, somos nosotros quienes lo hacemos. Es necesario tener claro que si la identidad no la buscamos como individuos jamás la encontraremos como sociedad y que las transformaciones que suframos a raíz de la modernización solamente tendrán repercusiones negativas en la medida que así lo permitamos.
La tecnología nos cambia. Cambia nuestros hábitos y cambia nuestras necesidades. Pero la incidencia de estas circunstancias dentro de nuestra identidad como nación y de nuestros deberes hacia nuestra patria no se encuentra realmente determinada por ella misma. Se encuentra explícitamente ligada a nuestra intencionalidad como persona y esta decisión va a encontrar resonancia dentro de nuestro entorno social cercano en primer lugar y por último en nuestra sociedad como tal.
Hemos visto que la tecnología es un “servicio” y es una herramienta. Es el hombre que se coloca delante de ella la que puede convertirla en un arma alienante que determine el futuro de su pueblo o un instrumento útil para el amalgamiento de su entorno social y podamos realmente ser nosotros.
También hemos notado como el barranquillero es un hombre proveniente de múltiples partes. Es necesario que asumamos como miembros de esta ciudad, el reto de poder seguir recibiendo las influencias provenientes de otros lugares, aceptemos los adelantos tecnológicos y apropiemos tanto la una como los otros dentro de nuestra propia identidad de “seres de curramba” a fin de poder hacer frente a los retos que nos depara el futuro.
Todo esto nos presenta al barranquillero como alguien creado por la conjunción de elementos totalmente diversos para generar algo totalmente diferente. Esta es la fortaleza de la que toca hacernos conscientes. Como lo hemos anotado, somos, quizás, los más preparados del país para aceptar los cambios del mundo sin afectar nuestro desarrollo como barranquilleros y colombianos. Esto, si bien nos coloca en un lugar de privilegio, también nos da una serie de responsabilidades ante el país y el mundo, ya que es importante aprender a diferenciar las influencias negativas de las positivas y poder decantar estas en busca de una mejor ciudad y una Colombia como todos la deseamos.
Es nuestro deber como hombres, ciudadanos barranquilleros y colombianos, del siglo XXI entrar a definir de una buena vez esta utilización de la tecnología y encaminar en debida forma la modernización de nuestro entorno. Que en este siglo se pueda decir de manera clara y específica “soy colombiano” englobándose en esas dos palabras todo lo que vivimos y que queremos para el futuro de nuestra patria. La tecnología no debe hacer que mi corazón deje de latir al ver la bandera de mi país, pero si puede hacer que pueda enviar esa misma bandera a cualquier lugar del mundo orgulloso de quien soy.
Por último quiero anotar que la globalización en ningún momento debe implicar una desaparición de las naciones en beneficio de un identidad global imposible sino el acercamiento y disfrute de las ventajas del conocimiento mutuo de múltiples formas de ver nuestra gran esfera verde. La apreciación de nuestro mundo como una casa global con infinidad de cuartos totalmente diferentes pero comunicados entre sí por el lazo más importante que pueda existir: el hecho de ser humanos.
Bibliografía

Umberto Eco, Apocalípticos e integrados. Edit. Lumen Tusquets. Barcelona 1995
Néstor García Canclini. Culturas híbridas, estrategias para entrar y salir de la modernidad. Pág. 19. Editorial Grijalbo. 1990.
Ley General de Cultura, Ley 397 de 1997. Pág. 7. Imprenta Nacional. Bogotá. 1997.
Gugliemo Caballo y otros “Historia de la Lectura occidental” Pág. 334, 1ª edición en español, Editorial Taurus, 1998.
Real Academia Española, en Diccionario Esencial, Madrid. 1997.
Carl Grimberg. Historia Universal. Descubrimientos y reformas. Tomo 6. Círculo de Lectores. Bogotá. 1984
[1] Conceptos estos que a pesar de ser usados en como sinónimos poseen características diferentes que más adelante explicaré
[2] Obviamente existen múltiples razones para la aparición del estado nacional o estado moderno, aparte de las ya nombradas. Sin embargo, me limito a estas con el objetivo de exponer más fácilmente los puntos de vista que se desarrollaran más adelante.
[3] Al respecto Jean Francois Gilmont en su ensayo “Reformas Protestante y Lectura” publicado en la “Historia de la Lectura occidental” anota que antes de parecer traducción de la Biblia en alemán de 1534 los pastores de Zurich propusieron una traducción en 1530, “(...) en italiano de Antonio Brucioli data de 1532. Ya a partir de 1526 estuvo a la venta una Biblia en Neerlandés. Pierre Robert llevó a cabo en 1535 una traducción en francés (...) el mismo año Miles Coverdale hizo otro tanto en inglés (...)”. “Historia de la Lectura occidental” Pág. 334, 1ª edición en español, Editorial Taurus, 1998.
[4] Tampoco vamos a entrar a discutir los aspectos externos de la lengua, entendemos la interioridad de la lengua madre como algo que, a pesar de ser enseñado externamente, lo apropiamos y desarrollamos internamente para hacerla nuestra, de la misma manera tomamos la cultura y la tradición aspectos que son fundamentales al momento de definir la personalidad de un individuo.
[5] Ley General de Cultura, Ley 397 de 1997. Pág. 7. Imprenta Nacional. Bogotá. 1997.
[6] Op. Cit. Pág. 7.
[7] Op. Cit. Pág. 8
[8] Op. Cit, Pág. 1083.
[9] Néstor García Canclini. Culturas híbridas, estrategias para entrar y salir de la modernidad. Pág. 19. Editorial Grijalbo. 1990.
[10] Op Cit. Pág. 78.
[11] Sin ir más lejos podemos ver el caso de Estados Unidos, un país conformado por infinidad de grupos étnicos que han tratado, en muchas ocasiones inútilmente, de convivir juntos, entendiéndose como ciudadanos entre ellos y generando acciones culturales propias como el Jazz y el Arte Pop.
[12] García Canclini, Op. Cit. Pág. 264
[13] García Canclini, Op. Cit. Pág. 269
[14] García Canclini, Op. Cit. Pág. 287
[15] Las tres leyes de la robótica, creación de Asimov, son utilizadas actualmente dentro de la elaboración de robots industriales.
[16] Umberto Eco. Op. Cit. Pág. 351.
[17] Umberto Eco. Op. Cit. Pág. 352.
[18] Umberto Eco, Apocalípticos e integrados. Pág. 316. Edit. Lumen Tusquets. Barcelona 199

jueves, 15 de febrero de 2007

Te regalo la luna

Parte 1 Lucy, hija de la luna
Lucy se despertó esa mañana recordando a su abuela cuando le contaba por qué se llamaba Luna. Eso no era nada anormal, casi todas las mañanas se acordaba de ella. Había muerto hacía unos años apenas y aún no había creado esa costumbre de olvidarse de los muertos ni de dejarlos en el lugar donde deben estar, en el altar secreto del alma. A pesar de eso, en esa oportunidad, sentía su presencia diferente parecía que la voz de la anciana aún resonaba en su cabeza diciéndole “Naciste durante un eclipse de luna, esa es una señal importante”. Miró al techo tratando de descifrar el enigma pero se dio cuenta que era inútil. Alargó la mano para tomar su libreta de notas y registrar el sueño, al pie de la hoja escribió: “Todo tiene su tiempo, todo tiene su lugar, cuál es el mío?”
Cuando se levantó de la cama tuvo el cuidado de hacerlo por la parte indicada, no quería atraerse la mala suerte y menos ese día, iba a salir con Federico y no estaba segura de cómo podían salir las cosas. Él le gustaba mucho pero, con lo que decía, la forma como menospreciaba sus creencias y su actitud de conocedor de todo, no podía asegurar que las cosas pudieran funcionar para ellos. Además, ella estaba segura que hoy le pediría nuevamente que se acostara con él y eso la decepcionaría aún más.

Federico salió del baño. No se había secado muy bien así que en su interior esperó que su madre lo regañara por estarle mojando el piso. El grito nunca llegó. Aún no se había acostumbrado a vivir solo. Era una decisión que había tomado apenas comenzó a trabajar. No quería ser carga para nadie y, aunque no dejaba de visitarlos todos los fines de semana, siempre quiso ser independiente. A pesar de eso era difícil soltar costumbres ancladas por décadas de convivencia.
Con la toalla aún chorreando entró a su cuarto y sacó la ropa que se iba a poner, tenía que verse matador hoy se iba a encontrar con Lucy. No sabía que tenía esa pelada pero lo mataba. Él, que no creía en nada de astros, ni en santos, ni demonios, era capaz de escuchar a un charlatán hablando sobre el cuerpo astral y otras pendejadas si estaba al lado de ella dejándole respirar la belleza serena que esparcía por doquier. Hoy le iba a pedir que se viniera a vivir con él.

La figura del hombre era delgada, debajo de las sabanas se podía prefigurar cada una de sus costillas “parezco un xilófono” pensó al tocarse con dedos ansiosos el costado. Se levantó por costumbre, por no querer taparse otra vez con la sábana y evitar sentir que la vida va corriendo sin que él pudiera detenerla. Sabía perfectamente que si se quedaba en la cama todo sería peor. Estaba desnudo completamente, sintió el jalón en el estómago. “Algo tengo que hacer”. Se miró en el espejo, sus ojos traspasaban el vidrio desgarrando el pecho, sabiendo que era un perdedor, que no tenía forma honorable de salir de su problema.

Lucy encendió las velas del rincón, la roja del amor destelló inmediatamente lo que hizo que sonriera.

Federico revisó el computador viendo los trabajos que tenía para ese día, apagó su cigarrillo y salió para la calle, antes de salir limpió un poco el polvo que se había acumulado en el cuadro de Einstein que tenía a un costado de la sala.

El hombre tuvo que explicarle a gritos a la dueña de la pensión que le importaba un carajo si no le abría cuando regresara porque él no tenía intenciones de hacerlo.

El lugar era oscuro, apenas podían verse las siluetas de los que se encontraban allí, de vez en cuando la luz de la linterna de uno de los meseros indicaba que alguien había pedido algo, quizás hasta se había solicitado un servicio “especial”.

El borracho sonrió al recibir la botella de ron, asintió felizmente ante todo lo que le decían.

Federico tomó las manos de Lucy, delicadamente le besó cada uno de sus dedos mientras acercaba su cuerpo al de ella, sintió que ella temblaba, que esperaba que él le dijera algo, una mano bajó hasta las piernas de ella que se tensaron inmediatamente ante el roce, pero no se movió. Acercó su cara hasta sentir su respiración golpearle la cara; su aliento olía a hierbabuena mezclada un poco con ron Medellín, no quiso darle un beso apasionado sino uno delicado como si los labios de ella fueran pétalos y él temiera deshacerlos. Subió su mano por su espalda y la pasó a su vientre tratando de alcanzar su pecho.
- Vamos Lucy.
- ¿Adónde? – Dijo ella separándose de él.
- Pues... donde podamos estar solos.
Ella se tensó aún más y se separó hasta casi llegar al borde del sofá.
- Hoy tampoco puedo. Revisé el horóscopo y...
- Los astros no te favorecen – repitió él a coro junto con ella. – eso es lo que siempre me dices, sabes que yo no creo en esas cosas y te...
- Pero yo sí y si me quieres me tienes que aceptar con todo. – Le cortó ella bruscamente. Federico tomó la botella y se sirvió un trago. Después de unos segundos la miró.
- Vámonos.
- O sea, que si no es para “eso” no podemos estar juntos.
- No hables así Lucy. – Respondió agriamente. – Si no nos hemos separado en todo este tiempo no lo voy a hacer ahora, simplemente no quiero estar más acá.
Se levantó y metió la botella en su morral.
- ¿Vas a seguir tomando?
- ¿Hay otra cosa que hacer hoy?
Ella no dijo nada.
- Puedes adelantarte, voy a subir a la oficina a ver si me llamó un cliente. Nos vemos a la noche.
- Eso si todavía te perteneces.
- Ahora mismo no pertenezco a nadie, ni siquiera a mí.
- ¿Estás molesto?
Él no dijo nada, se acercó a la barra y pagó, esperó que ella llegara para salir.

La mujer con estrellas en el cabello recibió los papeles, los miró inquisitivamente.
- Estos no son los que pedí.
- Pero son los de este día, puedes? Es por ella.
- Está bien.
Sonrió mientras recibía los papeles.

El hombre había recorrido por enésima vez la cuadra. Había visto detenidamente los diferentes negocios. El billar del flaco, la gente entraba y salía de él con el mismo rostro que él tenía, lo desechó incluso antes de pensarlo; la peluquería de la hippie; la compraventa “La Máxima”, le atraía el dinero que se movía constantemente en ese lugar, no le atraía el revólver que portaba el tipo parado en la puerta que se rascaba los dientes con un palillo.

Federico y Lucy, a pesar de trabajar en la ciudad no vivían ahí, ella por el bullicio de la urbe que no lo soportaría las 24 horas, él por la comodidad económica que, según su parecer, existía en los pueblos. Por lo regular viajaban juntos así que ella se sintió incomoda al subirse sola al bus que la llevaría al pueblo. Siempre había pensado que el momento de elección del puesto en un bus intermunicipal era importante, primero si te daba el sol o no, segundo si veías a alguien con quien quisieras viajar o todo lo contrario cómo evitar a alguien fastidioso. Si se escogía un lugar con los dos puestos vacíos el azar te daría el pasajero. Ella siempre prefería el azar, “que sea la suerte la que decida con quién viajo” se decía.

Federico caminaba por las calles (en su cabeza sonaba el Fantasma de Canterville) se acercó una gitana a leerle la mano, él la apartó de un empujón
- ¡Quítese de mi vista! Ustedes son capaces de inventar lo que sea para sacarle plata a la gente.
Siguió caminando llevado por la borrachera, de pronto se detuvo se tomó un trago de la botella a pico y sonrió.

- ¿Estás seguro de lo que vas a hacer?
- Sí. Y me vas a ayudar
- Hombre ella no me conoce.
- Por eso.
- Estás loco.
- Por ella.
- Ojalá esto no se complique.
- No va a suceder.
- Allá tú.
- Me vas a ayudar.
- Está bien.

El CAI donde dos policías somnolientos miraban pasar a las muchachitas en minifalda dominaba todo el sector, pero para qué preocuparse? El sol le pegaba en su espalda. Sentía como el sudor se convertía en agua en su piel. Un día entero sin comer, nojoda ni siquiera cuando estaba con los “manes” pasó un día sin comer quizás sin descansar, quizás comiendo lo mismo, pero sin comer nunca. El revólver comenzó a golpearle la ingle, miró a todos lados y de un rápido movimiento lo pasó para la espalda.

- ¿Me puedo sentar con usted?
- Claro. El puesto no es mío es del bus.
- Pues sí. ¿Qué hora es?
- Son casi las siete de la noche.
- Parece que no va a llegar.
- ¿Quién?
- Él.
- No espero a nadie.
- No parece por la forma en que mira.
- Por fin arrancó el bus.
- Usted siempre es así?
Silencio.
- Déjeme adivinar su signo
Mirada inquieta.
- Por su silencio, lo bella sin pretensiones que es y lo melancólica que parece debe ser a ver... Cáncer?
- Cómo lo supo?
- Se ve que usted es afectada por la Luna por eso.
Silencio perturbador.
- Mírela allá a lo lejos como pegada al cielo. Es un plato o un balón, es de plata o de mármol? Nos guía o nos pierde? No lo sé, en todo caso es bella cierto?
Silencio inquieto
- Sabe? Se la regalo
- Qué cosa?
- La luna. Le regalo la luna.
- Eso no se puede.
- Y por qué?
- Porque no es de nadie o mínimo de los gringos.
- Que yo sepa no es de los gringos y si no es de nadie y yo digo que es mía es mía. No se ha leído el Principito acaso?
- Claro, el comerciante.
- Entonces si digo que es mía es mía. Y ahora se la regalo a usted.
- Y que puedo hacer yo con la luna.
- No sé. Lo que quiera. Ahora es usted dueña de la luna y ella la debe obedecer y no viceversa.
- Qué quiere decir con eso?
- Me tengo que bajar ya llegué
- Cómo se llama?
- Gabriel
- Oiga!
Ese encuentro la había afectado no sabía qué decir. Según podía recordar Gabriel era el Arcángel de la Luna, qué curioso! Qué casualidad! Pero la casualidad no existe. Qué quería decir con todo eso? Quiso recordar la mirada de su excompañero de viaje pero no pudo, su rostro se iba desdibujando poco a poco. Únicamente quedó flotando en su cabeza las palabras de él “Ahora es usted dueña de la luna y ella la debe obedecer y no viceversa”.

Al día siguiente no tenía que ir a trabajar así que decidió ir a la peluquería. Siempre iba a la misma, “Pentágono”, de propiedad de su amiga Diana. Había escogido esa de entre todas no sólo por el nombre bastante raro para una peluquería sino porque era prácticamente una peluquería de la nueva era. Perfumada con incienso, arreglada de acuerdo al feng shui y, sobre todo, le entregaba a toda la clientela una copia de su horóscopo diario. De dónde sacaba Diana el horóscopo nunca lo había revelado. Era una exhipie que no tuvo el valor de seguir a su comuna por allá en los finales de los sesenta y se quedó a vivir en el pueblo haciendo oídos sordos de los comentarios de la gente que la miraba indecisa entre catalogarla como puta o bruja. A Diana no le importaban los motes que le endilgaban porque después de tantos años ya comprendía la dúctil idiosincrasia de los habitantes del pueblo. Para tener que pagar sus cuentas decidió abrir ante los ojos asombrados de todos la ya nombrada peluquería en donde se ufanaba de arreglar no sólo el exterior sino el interior de su clientela.
Cuando iba llegando a la peluquería Lucy se tropezó con Orlando, el loco Orlando, uno de los tantos personajes del pueblo. Orlando se pasaba seis meses recluso por su propia voluntad en su casa y los otros seis meses tomando, declamando poemas de García Lorca que iba degenerando hasta convertirlos en irreconocibles y haciendo discursos improvisados remedando a los politicastros de turno que ya se habían aburrido de mandarlo a encarcelar por irrespeto a la autoridad e incluso, algunos en época de elecciones, en secreto lo instaban con una botella de ron barato a que atacara a sus enemigos. Orlando interceptó el camino de Lucy.
- Ah! La niña de la luna – le dijo con su boca pastosa – mira, esta botella es por ti. La mujer que es seguida por la luna – tomó un trago, Lucy tratando de evadirlo sin poder evitar el zigzagueante andar del borracho – para ti son los aretes de la luna.
- Por qué dice eso?
- Porque no son todos los que están ni están todos los que son.
- Cómo?
Pero era inútil. El loco comenzó a cantar “Los aretes de la luna” mientras dejaba escapar a Lucy inquieta ante las frases del loco que ya había encontrado a otra víctima, lo extraño es que Orlando siempre pedía para otra botella y en esta ocasión ni siquiera había hecho el intento.

La peluquería de la hippie. Maneja dinero, no tiene mucha seguridad y casi siempre a estas horas anda sola.

Cuando Lucy llegó al “Pentágono” aún estaba inquieta por lo sucedido el día anterior y ahora con el loco, no le prestó mayor atención al tipo que la veía desde el otro lado de la calle.
- Qué te pasa?
- Es que cuando venía para acá se me atravesó el loco Orlando y...
- No le pares bola sabes que el aura de él está confundida y le va a tocar renacer siete veces para arreglar todo lo que ha hecho en esta vida.
- Ya te llegaron los de este día?
- Si, hoy llegaron más temprano que nunca. Qué quieres que te haga hoy? Te veo perfecta. Déjame sentirte – le pasó sus manos por el rostro y el cuerpo sin tocarla – tu aura está un poco perturbada estás de pelea con Fede?
- Más o menos – le respondió algo inquieta porque, a pesar de todo, no le gustaba dar explicaciones a nadie de sus cosas – sabes como son los hombres.
- Sí, mira el del día está sobre el escritorio.
Lucy se acercó al escritorio repleto de velas, inciensos, pebeteros, cuarzos y otras curiosidades tomando un papel de entre un montón que estaba desparramado sobre el mueble. Diana no creía en el orden ni el desorden. Desde que había leído en el colegio que el universo tendía al caos entendió que lo natural es el desorden y a él se atenía. Por respeto a su clientela la peluquería mantenía un mínimo de orden pero no así su escritorio y mucho menos el cuarto que le servía de dormitorio. Lucy empezó a leer el papel, su rostro comenzó a cambiar perceptiblemente.
- Qué te pasa Lucy?
- Nada.
- Nada y estás pálida, qué tienes? Estás embarazada?
- Kiá! Tú sabes que soy virgen.
- Entonces?
- Es el horóscopo.
- Qué pasó con él?
- No me vas a decir de dónde salió?
- Sabes que ese es uno de los secretos mejor guardados pero a ti te lo digo. Los hago yo en mi cuarto.
- Pero como los haces? – la mirada de Lucy se encontraba tan enfebrecida que la peluquera temió que alguno de los espíritus que atormentaban a Orlando se le hubiera colado a Lucy.
- Mira, te voy a decir toda la verdad. Ese horóscopo en particular...
El sonido de la campana que anunciaba que la puerta de la calle se había abierto rompió la voz de la peluquera impidiendo que siguiera. Un tipo alto y flaco, con cabello descuidado se acercó.
- Quién atiende esta vaina? – gritó mirando a todos lados.
- Mira que no falta el imprudente. Señor estoy ocupada con una cliente así que no lo puede atender, hágame el favor y se larga.
- No te preocupes, tú sabes que puedo esperar.
- No Lucy, este señor llegó echando vainas y no lo conozco así que no me da la gana de atenderlo.
- A mi no me va a atender pero a mi amiguita sí- dijo el sujeto mientras sacaba el revólver de la espalda – las dos calladas que aquí no va a pasar nada.
Sin saber por qué Lucy no miró el arma, ni siquiera los dedos flacos y sucios. Miró los ojos del hombre, se dio cuenta del dolor que llevaba por dentro, de los días de desprecio, de los días de soledad absoluta, se dio cuenta que era él.

Parte 2 Federico o la irresponsabilidad de la razón

El reloj le marcaba las doce. A esa hora Lucy debía estar en el ”Pentágono”. Siempre le había criticado el hecho de esclavizar su vida a una hoja de papel o un signo en el cielo, irónicamente su destino en ese momento estaba supeditado a una hoja de papel que leyera su novia.
Miró lo que había escrito en el ordenador. Le pareció falto de fuerza, su mente no se encontraba con él así que era mejor salir, fumarse un cigarrillo, tomarse una cerveza, en definitiva hacer algo que le mantuviera la cabeza ocupada en cosas inútiles para evadir la responsabilidad de tener que pensar.

Ya no sabía qué hacer. El pánico en el que veía que pronto iba a entrar la hippie lo preocupaba pero más que eso la mirada extraña que le dedicaba la otra muchacha- parecía que lo estuviera esperando desde hace años y solo en este momento apareciera. Sintió el revólver pesado en su mano, la palma sudando, su cuerpo gimiendo de miedo por no poder terminar lo que había empezado.

En la barra del “Ganadero” Federico iba ya por la tercera cerveza que entraba a pura terquedad dentro de su estómago. Era buen bebedor y cuando pasaba el límite de la tercera siempre tendía a emborracharse de manera total pero cuando no tenía alimento en el estómago su cuerpo repelía la cerveza hasta hacerlo vomitar. En esa ocasión estaba buscando esa razón, no quería que su mente divagara a lomos del Gran Combo o Rubén Blades y se perdiera en el infinito de música y significados olvidando que esta noche debía buscar a Lucy.
- Qué más Fede? – le espetó Armando el dueño del local.
- Nada viejo Armand. Esperando que el día pase.
- Empezaste temprano hoy.
- Porque tengo que terminar temprano.
- Trabajo?
- No algo peor.
- Mujeres.
- Nojoda tú si entiendes las vainas.
- Detrás de una barra uno siempre termina conociendo a la gente más de lo que uno quisiera.
- Nojoda sí ah? Creo que el mismo Freud te envidiaría. Oye, ese que toca esa canción quién es?
Armando comenzó hablar de la música identificando fechas, nombres y hasta colores de discos permitiendo que Federico se perdiera en el fondo de su voz y así no tener que concentrarse en el paso siguiente.

Eran los mismo ojos de Nora. El revólver cambió de mano. No podía ser. Nora había muerto hacía años cuando él apenas entraba a la pubertad. No podía encontrarse ahí frene a él como reprochándole nuevamente que haya tenido que entrar al grupo de los “manes”. El revólver titubeo y Lucy se acercó a él, lo tomó de la mano y le dio un beso
- Estuve esperando largo tiempo por ti.
- Es mentira, nadie espera por nadie.
- Es verdad siempre pensé que tu llegada iba a ser inesperada pero no tanta.
- Lucy! Te has vuelto loca?
- No Diana. Tú misma me diste el horóscopo ahí dice todo.
- No pero el horóscopo de hoy...
- Cállate. Es él
- Usted está loca señorita yo no la conozco y mucho menos la estaba buscando, deje de joder y denme la plata, rápido! – gritó sin convicción el hombre.

Abrió la puerta de la oficina. Sabía que hacía muy poco se había ido el último de sus compañeros todavía el aire acondicionado refrescaba la cálida noche. Prendió su terminal y se puso a escribir, al principio sin sentido y después con una rapidez frenética que parecía que estuviera poseído. Era su forma de pensar. Siempre utilizaba este o un medio parecido para aclarar sus ideas, ordenarlas. Creía que si el cerebro no se encontraba ordenado no podía llegar a conclusiones serias que tuvieran consecuencias en la realidad. Cuando terminó se dio cuenta que el plan era tan sencillamente estúpido que podría funcionar. Entendía que el ser humano tuvo la necesidad, hace mucho tiempo, de dejar en hombros de deidades y fuerzas desconocidas la dirección de su destino. En esa época el mundo era una inmensidad desconocida que para proteger su psique ese paso era absolutamente necesario. Pero cuando la razón entró a reinar sobre todas las cosas esa necesidad desapareció, a pesar de eso eran costumbres tan arraigadas, a veces pensaba Federico que a nivel genético, que todavía aparecían con toda su fuerza destructiva para el progreso de la humanidad. Federico no sentía ningún tipo de remordimiento en utilizar esas mismas creencias y temores para enseñar al pueblo sobre la gran verdad de la razón y de la lucha de clases. De ahí a utilizar la “ignorancia” de los demás para su propio beneficio (que pensaba que, al final, se mostraría como el beneficio de todos) no había sino un paso, un paso que dio sin medir consecuencias.

La luz del sol penetraba a través de las hojas de plátano. Sentía sus coyunturas gritar. El peso de su cuerpo era demasiado para ellas. Abajo podía ver a los uniformados con la sierra eléctrica. No podían darse cuenta que no podían amenazarlo con ella, que él deseaba que utilizaran ese o cualquier otro método para acabar con él. Su vida había sido un dolor continuo con pequeños parches de felicidad, así que cualquier manera de desaparecerlo era apropiada.
La escuchó cuando se encendió. Le recordó el sonido de una motocicleta y eso hizo que, a su vez, se acordara del circo que pasó una vez por el pueblo, hacia siglos. Su padre, el verdadero no el que lo engendró, lo llevó hasta allá, le enseñó los tigres escuálidos y hambrientos de burro, las acróbatas que se lanzaban al aire al ritmo de “Ciudad Tropical”, los payasos que gritaban chistes conocidos pero que, contados por ellos, le parecieron recién hechos. El plato fuerte era una inmensa jaula de hierro en donde entraban dos motos y daban vueltas y vueltas sin tocarse. Era hermoso verlos en esa danza. Ese día Ernesto fue feliz.
Cerca de su oreja cayó una rama cortada por la sierra. Apretó los dientes esperando el zarpazo de la máquina.
- Así que andas con estos hijueputas.
Silencio
- Yo te conozco Ernesto.
Mirada incógnita.
- Una vez me ayudaste cuando el bruto de Martín me quería partir las narices.
- Andrés?
- Veo que ahora me reconoces. Por qué te metiste con estos malparidos ah?
- Mi familia.
- La amenazaron no?
- Sí
- Eres amigo Ernestico.- la sierra rugió hendiendo otra vez el aire, el olor a carne se expandió por el lugar, sin necesidad de ver Ernesto se dio cuenta que estaba haciendo picadillo el cuerpo de uno de sus compas muertos.- estos malparidos hubieran hecho esto o algo peor. Tú eres diferente, me enteré que anduviste un tiempo con el “careviejo”.
- Era el único que podía leer las órdenes de los jefes.
- Ese “careviejo” me la debía. Ahoritica ya no se ríe como cuando jodía a mi hija. – habló Andrés, que parecía el jefe, mientras paraba indolentemente el ruido de la sierra. – Esto es la peor parte de este trabajo; muertos pesan mucho y no vamos a hacerles una tumba a estos hijueputas pero no podemos dejarlos. El ejército esta cerca y están jodiendo mucho por las muertes. Como si a esos gringos de la ONU les tocara aguantar lo que nosotros aguantamos.
La máquina volvió a rugir partiendo otro hueso.
- Nojoda ahora si se está riendo.- lanzó una carcajada.- bueno entiendo todo eso. Así que, como viejos amigos, puedes contarme todo y unirte a nosotros.
Silencio.
- Ya sé tu familia.
Silencio perturbador.
- Nojoda viejo Ernesto. Cómo crees que la vamos a dejar así como así desamparada para que vengan estos triple a joderlos. No parece que me conocieras. Tu familia está cubierta por nosotros.
Mirada ansiosa.
- Mientras estés con nosotros no les va a pasar nada. Cuidamos a los nuestros entiendes?
Silencio angustiado.
- Claro que si eso no sucede no podríamos asegurar que puedan llegar a la próxima semana.
Mirada furiosa.
- Está bien.- Sentía que nunca podría salir de eso y se limitó a esperar que llegara el ejército para tirarle el pecho a una bala.

Cuando Gabriel llegó Federico estaba


La hoja resbaló por los dedos temblorosos de Federico. Las primeras gotas de la tormenta que llegaba empezaron a caer golpeando el papel embarrando la tinta con la sangre. Levemente se podía leer “Cáncer: (25 de junio – 23 de julio) La influencia que la Luna ejercía sobre ti ha desaparecido, eres el dueño de tu destino. Puedes tomar sin temor esa decisión que has postergado por años. Este es el momento, es el lugar. Aquel que te mira a los ojos necesitando amor es el indicado, no temas todo está bien”. Gabriel se acercó a Federico, en su garganta se ahogaron las ganas de decirle que le había advertido que todo se podía complicar.
Los hombres se levantaron, caminando lentamente dejando que los policías hicieran el levantamiento de los cadáveres. En los ojos vacíos de Lucy la Luna se reflejaba mientras una sonrisa adornaba el hilillo de sangre que corría por sus labios.

FIN

Hoy mi abuelo ha muerto.



A las 7:30 de la mañana del 21 de mayo de 2003, según dice en el acta de defunción. No murió solo, eso espero, pero ya nadie podía hacer nada por él. No lo vi por última vez, ni pude tocarle la mano sabiendo él que era yo, ni pude rozarle su barba árida por el trabajo y el sol sabiendo que era uno de los pocos hombres que puedo besar.
Quizás no soy su mejor nieto pero lo quise, en realidad no lo quise, eso implica un fatalismo y una absurda negación de la realidad emboscándola con un falso reconocimiento, no lo quise. Lo quiero.
No he podido llorar, en mi inútil búsqueda de razones no acepto que ha sucedido. Cuando en la calle se me acercaron y me dieron el primer pésame lo único que pude decir fue “es verdad?”. No sabía que la noticia de la muerte de mi abuelo me iba a golpear como un martillo que iba a recorrer cada uno de los nervios que se conectaban con recuerdos casi escondidos y olvidados, que un torrente de lágrimas se apelotonaran en mis ojos buscando salir y mi cabeza se negaría a que salieran porque no podía ser verdad.
Desde siempre he sabido que podía y debía suceder lo que pasó. Mi abuelo era un hombre y, aunque parecía indestructible, sabía que era tan frágil como una flor, una esponja o como otro hombre cualquiera. A pesar de saber de sus defectos lo sentía recto y ecuánime, poseedor de una sabiduría que iba más allá de la que uno gana con los años. De una sabiduría que subía por las vidas de sus antecesores (mis antecesores).
Mi abuelo ha muerto. No me pude despedir. Eso me taladra. No basta para llenar el vacío y la rabia que siento todo lo que pueda hacer ahora. Porque ese cuerpo que ahora se encuentra en un féretro y que comienza el proceso de descomposición, el que en este mismo instante es nido de moscas y gusanos no es mi abuelo. Mi abuelo era un hombre y el cuerpo no es un hombre. Hace falta mucho más para llegar a serlo. Hace falta la capacidad de sentirse vivo, la capacidad de poder equivocarse y continuar, el deseo por vivir, las ganas de luchar y perderse en todo...
Estas palabras que ahora reconozco escribí en otro lugar en otra dimensión, junto a un sueño que nunca descifré, no son suficientes para cubrir mi culpa. Lo que debí hacer se encuentra ahí irresuelto como un gran pedazo de roca que debió ser una estatua que nadie esculpió.
Cargué su cadáver dentro del ataúd por un corto instante. No pesaba, era como si su férrea actitud ante la vida, no importa lo equivocada o no que estuviera, hubiera desaparecido. Él ya no está, es inútil todo esto que hago. Ya no es por él es por mí.
Las lágrimas que en este mismo instante desguazan mis ojos son por algo que nunca lograré a comprender.
Te quiero abuelo.
Perdóname abuelo. Trataré de tener la porción que me corresponda de tu actitud, de tu mirada y de tu capacidad de intentar hacer lo que se debe hacer sin temor a nadie sino a uno mismo. Ese es el único y más válido homenaje que te puedo hacer.

Angork Ben Aitha, en los oscuros pasadizos del Laberinto de Aiyeé

Prolegómenos

Como se podrá observar, era el inicio de uno de mis tantos proyectos inconclusos, mi revista llamada Orbius Tertius, no era toda idea mía, un gran amigo mío es copartícipe de esta frustrada idea. En líneas generales es lo mismo que este rincón, aunque acá soy mucho más exigente y, por lo tanto, estoy más solitario
Esto, más que un periódico o una revista, es un medio de expresión. En él se podrá tropezar con comentarios de cualquier tema. No pretendemos abarcar a profundidad ningún tema en especial pero si queremos que aquellos que tengan los suficientes cony como para querer exponer su alma, pensamiento razón y demás adherentes que los seres humanos tenemos pero que muchas veces ocultamos, serán bienvenidos. Pretendemos ser unos piratas de verdad, es decir, no para robar ideas sino para tomar posiciones, destruirlas sino están bien sólidas y alejarnos con nuestro botín para entregárselo a nuestro rey que es la capacidad de expresar cualquier cosa.
En realidad nuestra bandera está tapizada de múltiples colores y nuestro lema de muchas palabras. No pretendemos obligarlo a nada, ni siquiera a leernos, pero si desea unirse a esta cruzada, puede o entregar cualquier tipo de material en el lugar donde pudo recoger este papel o dar la cantidad de dinero que desee para ampliar nuestras líneas. Tenga la plena seguridad que el dinero no va a ser tomado de otra manera porque, si bien no lo vamos a despreciar, tampoco lo necesitamos de muerte OT saldrá regularmente con o sin su apoyo.
Si desea aportar material. Tenga en cuenta que no se publicarán sino opiniones particulares, no se publicará ningún nombre para evitar falsos protagonismos, no nos interesa quien escribe qué ni siquiera sobre qué escribe sino cómo lo escribe.
Si se pregunta sobre qué escribir le vamos a regalar una de las recetas más simples pero que, se asombraría, ha sido utilizada por los más grandes escritores en el transcurso de los tiempos, acuéstese, vaya al baño a hacer lo que le de la gana, rásquese las partes pudendas, mire hacia arriba, abajo o donde le venga en gana y relájese. Una vez haga esto se dará cuenta, como se dio cuenta Serrat, Goytisolo y otros no menos ilustres, que la llamada inspiración lo arrasará queriendo acabar con cualquier cosa sobre la que escribir.
Esa es la parte fácil. La difícil es que, una vez nos entregue su material, este se publique (También por eso no le publicamos el nombre así tendrá un merecido incógnito y podrá seguir yendo al baño sin que sus padres, su novia o cualquier persona le arrebate violentamente las hojas que usted pretende usar por razones evidentes)
En resumidas cuentas, este espacio está para ser tomado, ya sea como un bajel pirata o como se toma una mujer (que prácticamente es igual), léalo, maldígalo o bendígalo, pero úselo.

martes, 13 de febrero de 2007

Maneras de utilizar el dedo

Estes un sentido homenaje a un gran maestro y amigo, CONSTANTINO GUTIÉRREZ, no sé si lo ha publicado pero quisiera que por lo menos desde este humide rincón se empezara a leer algo de él.
INTRODUCCIÓN


No piense usted que, lo que se aventura leyendo, sea producto de una profunda planificación analíticamente premeditada. No. No sé que cosa guía esta escritura; aparece como producto del tiempo, de la presión inevitable ante los requerimientos intraducibles e ininteligibles de la sociedad actual, aún a sabiendas de que en tiempos antiquísimos sí se podía constatar (aunque inocentemente) qué quería la sociedad con el usuario respecto a su momento histórico correspondiente.
Hay tanto conocimiento positivo acumulado, que se demora a pesar de la represión urgente de lo efímero, consumible y contingente que nos imponen la trayectoria histórica hasta ahora ocurrida. A su vez, esas aproximaciones cognitivas se han superespecializado tanto que se han alejado de las tentativas cotidianas y pop-ularizables para comprenderlas, que cada vez amenaza con una profunda reinvolución donde renegación – obediencia y hedonismo irían de la mano llevándonos al oscuro despeñadero.
Por todo esto, esta expresión está urgida de visionar que estamos inmersos en la relación sensible estimativa que une nuestra mente (y nuestra propuesta enfatizará en que esto se explicita en la falange ósea índice) con la realidad. Ahora más que nunca esto se hará más claro. Pero también enceguecerá la luz nuestros ojos el que los intentos por encontrar una explicación única, absoluta, nunca culminarán y mucho menos si se consideran en cualquier momento poseedores de la verdad, distribuidores de los puestos en el metro estructural de la existencia humana (tantos requiebros históricos lo reforzarán aún más).
Entre lo externo y lo interno (lo externo-interno y lo interno-externo, lo externo-externo y lo interno-interno), entre lo público y lo privado (y sus combinaciones), que brotan a partir de las manos representadas y las manos ahí sensiblemente partes nuestras; dicho de la misma manera (para hacer algo sorpresivo) confrontaciones que nos pueden escanciar nuestras fuerzas y vidas sin ningún resultado a favor del ser humano, en otras palabras (para coincidir), como resolver el conflicto entre la animalidad subyacente a nosotros y las exigencias cada vez más ininteligibles que nos hace la sociedad, dentro del radicalismo freudiano que no podemos obviar de ninguna manera, porque si él no lo hubiera propuesto (o quien lo hubiera hecho) quién sabe dónde estaríamos con nuestras manos (incluidos los dedos y el dedo).
Retomando los cabos entresacados, el conflicto y sus confrontaciones, la animalidad y la racionalidad y Freud fundante y entrelazándolo todo no aparecen como el intruso en la fiesta al cual nadie invitó pero que sin él no podría haber fiesta? Ha aparecido claridad sobre las energías necesarias para tamaña resolución que hacen necesario la irrupción abrupta y subrepticia de que es mejor olvidar la dicotomía citada así como... ¿ qué es más importante los dedos, el dedo o la mano? Preferiríamos los pies a los dedos, o primero nuestra existencia que cualquier privilegio falángico óseo? Es de tanta magnitud el problema que nos ocupa que (sin que usted lo note) él (el dedo) está ahí presente de manera inconsciente (pero efectiva, sensible) presto ( como a defenderlo de enemigos por la espalda) a ser protagonista en la resolución de este magno embrollo. ¿Pero, no estaríamos ante el umbral de algo desconocido que no queremos atravesar como es el hecho de ya no poder asumir individualmente nuestras vidas si no nos hacemos conscientes de él (el dedo), es decir, el miedo a asumir individualmente lo desconocido tras él (el dedo)? Ahora, si lo supiéramos no habría problema alguno en tal forma que, sin usted darse cuenta su dedo (siéntalo) está anónimamente alerta?
Para terminar este escarpado reconocimiento, habría usted aceptado estas especu-lucubraciones, si usted mismo no presintiera que algo extraño y atrayente lo impele a continuar confrontando (y ahí está él, sin que lo sienta) con su dedo en esto?
No se ha iluminado ahora suficientemente la confrontación entre lo sensible y su autorreflexión, que sólo puede seguirse concreta y abstractamente con la mediación del accionar de la experiencia sensible y que por lo tanto es preferible habérnosla con lo estético (que entre otras es lo más cercano que tenemos a la mano y, por lo tanto, al dedo) que con la realidad?


MANERAS DE USAR EL DEDO EN SITUACIONES APARENTEMENTE ABSTRACTAS PERO NECESARIAMENTE CONCRETAS, SIN USAR LA FUERZA DE VOLUNTAD, Y SALIR INVICTO.

Morfología estética (irrupción abrupta, subrepticia y breve de por qué lo estético y no la realidad)



Figura 1
Creo necesario repantigarnos en demostrar que esta vida no paga sólo con el dinero (o la plusvalía) ni es tan difícil para usted percatarse a partir de esta imagen realizada en la prehistoria humana (Fig. 1) que nuestra temática en ciernes está incluida dentro del rango de la experiencia sensible. Evidentemente fue un acto extraordinario y sorprendentemente lo realizado: la mano representada observando al hombre que la imprimió. La mano externa al hombre, por no decir independiente al mismo hombre, y para fines posteriores en este expraxo independiente totalmente. A esta representación contribuyeron los dedos porque estos (ya lo sabemos) forman parte de la mano, y esta no sería ella misma sin estos previos constitutivos que a la larga la definen.
Más delante de este suceso pre-milenario de apreciación sensible, encontraremos otra objetivación específica y explícita en la obra realizada en el cincueccento italiano (Fig. 2), y que sí nos deja entrever la verdadera formación de la mano, o visto de otra forma (para lo mismo), cuál es lo peculiar del dedo o falange ósea índice que intenta reproducir la causa que nos trajo aquí (a esta vida o a este libro).
Podríamos encontrar una imagen homologa para nuestros tiempos en manos de lo fácilmente estético o de la estetización difusa a la manera de R. Givone, pero he ahí el problema... que conlleva a intentar comunicar el peligro existente y encerrado ahí, puesto que hallarla haría pensar que los dedos (que hacen la mano) estuvieran por fuera de lo espacio temporal, ajenos la problemática existencial, casi como dioses.
Por todo esto, se hace necesario tener en cuenta las categorías de lo abstracto y de lo concreto con su inexorable correspondencia dialéctica; de no ser así, las veríamos separadas y convertiríamos en problema humorístico algo tan serio como la vida misma, la vida del mundo, que, como veremos, el dedo, sólo uno de ellos, con su ansioso deseo de fundar, plasmar, configurar, presentir, confirmar, etc (podríamos decir que cualquier acción instauradora le compete) ha configurado de todas, maneras, y es en él y su contexto donde podríamos encontrar la superación del conflicto.La relación sensible de la realidad externa e interna (y las consabidas combinaciones), se dialectiza en términos de la confrontación objetividad / subjetividad objetiva u objetividad / subjetividad subjetiva, cosa que ha sido así en todo el devenir histórico y que esto es lo única que nos queda, angustiosamente, como el agarradero momentáneo (aunque esto puede ser visto desde otros ángulos bienvenidos a la interacción sensible) para la mente pop-ularazible y no privilegiada por la comodidad de los metalenguajes de condiciones abstractas sin referentes concretos, desde lo masivo y totalizador de cualquier razón que se pretenda erguir como la panacea a los problemas abstractos areferenciales actuales de la humanidad. Es de esperarse a continuación en este reconocimiento instaurador un estudio morfológico rápido y profundo de la realidad sensible en el punto urgente de la actualidad simbólica pop-ular, contextual izándose en tridimensionalidad pública alrededor del eje falángico-óseo-índice como punto intermedio entre la estimación sensible y la alejada realidad.

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