2ª Parte.
La estructura de esta leyenda
está compuesta por la víctima, que casi siempre es un borracho, pero puede ser
una hija/o descarriada/o o alguien que está realizando algún acto pecaminoso
(adulterio, robo, violación, etc), en segundo lugar tenemos que suce
de en un
cruce de camino (más bien calle pero para el caso es lo mismo) en tercer
término el ente es un niño o un perro y en última instancia una bola de fuego,
por último la forma de librar el lugar de las apariciones non sanctas es
erigiendo una cruz.
La víctima es clásica. Representa, en todo caso, al ser pecador que es perseguido por sus pecados, se esconde en la noche, es un ebrio o ha incumplido con sus
deberes como hijo/a o esposo/a y a fin de cuentas es un ser humano que merece ser
castigado, de ahí que la protección divina no existe y es el demonio quien
aparece ya sea para reclamar su alma o como advertencia para que se enmiende en
su torcido proceder.
De las pocas imágenes conocidas de Robert Jhonson |
El cruce de caminos, en este caso
de calles, es un lugar proverbialmente místico. Ha representado desde hace
mucho tiempo en la imaginería de los pueblos el encuentro de la exoteria con la
esoteria, es decir de lo oculto con lo revelado. Recordemos que es en un cruce
de caminos donde, según las leyendas, se pacta con el demonio, el ejemplo
relevante más reciente está en la leyenda de Robert Johnson, reconocido músico
de blues que, en un cruce de caminos del Misisipi, se encontró con el demonio
quien, a cambio de su alma, le concedió la excelencia musical. Este músico se
convirtió en referente de muchos genios contemporáneos como Muddy Waters, Jimmy
Hendrix, entre otros.
En la Edad Media se consideraba
el cruce de caminos (encrucilladas ) el lugar idóneo para entablar pacto
demoníaco por la clara referencia a la cruz donde Cristo murió. De ahí que es
el lugar perfecto para hacer perder las almas de los creyentes, es como el
supremo insulto del patas al creador. También es en los cruces de camino donde
encontramos la sagrada compaña, desfile fantasgamórico de muertos purgando sus
pecados en la tierra sin poder ascender ni descender. Es decir que en la imaginería
universal la encrucijada es muy relevante dentro de las tradiciones y leyendas.
El ente en nuestro caso es casi
que multiforme, sin aclarar por qué en
una ocasión alguno u otro, tenemos que puede ser un niño, un perro o una bola
de fuego. Respecto a la bola de fuego realmente es casi que único en el
conjunto de leyendas occidentales medievales y contemporáneas, y podría
aventurar que en el mundo porque no he encontrado referencias a otra situación
parecida en otro lugar como representación del demonio. Hay que tener en cuenta
que esta bola de fuego o globus ignus, no proviene de otro ente, un dragón, un
demonio, bruja, hada, etc, es autónoma por sí misma y, por no poseer rostro
carece de la emoción que se puede percibir en el rostro de cualquiera. Esa
misma impersonalidad la hace más terrorífica si se puede. Sobre entes de fuego
es más común que se haga referencia a la llama viva o a la zarza ardiente como
símbolo divino, eso quiere decir que en este aspecto es casi que original.
Habrá que hacer referencia a los
fuegos fatuos, que pueden ser benéficos o maléficos. Sin embargo, estos no se
mueven, permanecen pétreos en el pantano, cueva del tesoro, etc. Cumplen más
una función de hito, de señal o mojón paranormal que indica la presencia de
algo que sale de nuestra común existencia y en algunos casos el fuego fatuo
proviene de la luminiscencia de un hada o ser fantástico que la utiliza para su
beneficio.
Existen otros fuegos
sobrenaturales que vale la pena relacionar a fin de determinar si existe alguna
conexión en el concepto y desarrollo de la bola de fuego que aparecía en la Cruz
de Mayo. En primer lugar, por cercanía, tenemos a la “Candileja”, pertenece a
la tradición llanera colombo-venezolana, igual que nuestro ente, es una bola de
fuego que sale en ciertos lugares del llano casi siempre en la noche y persigue
a los viajeros desprevenidos. La tradición establece que es el alma en pena de
una mujer que asesinó a su esposo para hacerse amante de su hijo.
En la mitología mapuche, del cono
sur de nuestro continente, encontramos el “Anchimallen”, debo aclarar que la
pronunciación, y correspondiente escritura no está clara sin embargo, esta que
se utiliza en este contexto es ampliamente aceptada. Corresponde a
manifestaciones lumínicas vistas en los cielos. Los mapuches creen que es un
ser pequeño que se convierte en una bola de fuego y se va por los cielos. Cuando
aparece puede presagiar la muerte. Algo curioso es que estos Anchimallen pueden
ser criados ya sea para realizar actos benféficos (cuidar los animales por
ejemplo) o para realizar actos maléficos.
El fenómeno de la “Luz Mala” es
tradición de Argentina y de Uruguay, la primera es una luz que persigue a los
viandantes, se sostiene por encima del nivel del suelo y simplemente flota, la
tradición asegura que son las almas de penitentes que no fueron sepultados en
tierra sagrada. Puede ser ahuyentada con una oración, mordiendo la vaina de un
cuchillo o amenazándola con uno. También está ”el Farol de Mandinga” también
denominado como “luz Mala”, luces que supuestamente señalan la existencia de
tesoros escondidos; una vez se encuentra debe estarse preparado ante una
posible maldición o veneno que tuviera el tesoro. Es una clara referencia a los
fuegos fatuos.
La “Cumacanga” es una mujer
maldita que los viernes en la noche separa su torso de su cuerpo y lo lanza en
forma de bola de fuego para aterrorizar a la gente. Esta leyenda es propia del
Brasil. En el Caribe y las Antillas encontramos la Soucuyant, que es un ser
maligno que de día es una vieja, y en la noche se transforma en una bola de
fuego, después de despojarse y machacar en un mortero su propia piel. Este ser
busca la fuerza vital de otros para sobrevivir y si es sorprendida por la luz
del sol puede morir, característica esta que la relaciona más con los strigoi
rumanos o la Shtriga albanesa, ambos seres con propiedades vampíricas.
Kikyo, personaje del manga Inuyasha, rodeada por hidotamas |
Por último, aunque es posible que
existan otras leyendas parecidas, están los Hidotamas, pequeñas bolas de fuego
de color verde o azules que simbolizan el alma de los difuntos. Pueden verse en
los cementerios por lo que están más relacionados con los fuegos fatuos.
Como hemos indicado la falta de
personalidad antropomórfica, autonomía, carencia de emociones y movilidad
propias de nuestro fuego demoníaco lo hacen único casi sin paralelo en otras
mitologías o grupo de leyendas. Esto nos hace preguntar de dónde,
sociológicamente hablando, proviene esta imagen. Hasta este momento me
encuentro a oscuras, tal como se puede observar de la breve relación con otras
leyendas y culturas casi siempre la bola de fuego se relaciona con un alma o
ser maldito, penitente o en tránsito cosa que no sucede en nuestro caso, y
espero que mentes mejor preparadas y con mayores referencias puedan hacer algún
esclarecimiento sobre el tema. En todo caso, me parece relevante hacer
referencia al juego de la “bola e candela”, al cual, me parece, nadie le ha
dado mayor relevancia social que la de las posibles quemazones a alguien o un
eventual incendio y su consiguiente prohibición y desaparición. Nadie se ha
preguntado, y si lo ha hecho no lo ha expresado, por qué, si tenemos en cuenta
que este peligroso juego apareció cuando la mayoría de las casas de Paranawa
eran de paja, su práctica era casi que ritual.
Quiero decir, que antiguamente
era más que factible que este juego terminara en una desgracia (y es posible
que así fuera) en la época en que apareció, sin embargo, eso no era óbice para
no realizarlo. Como si fuera mucho más peligroso no realizarlo que los
eventuales riesgos que se corrían. Será una reminiscencia indígena? Obsérvese que
no hay grupos, no hay ganador ni perdedor, no existen reglas, todo se reduce a pasar
una bola de trapo encendida de uno a otro de los participantes que por, lo regular, son jóvenes hombres, no recuerdo haber visto mujeres y son muy pocos los
mayores que lo hacen sin que exista un prohibición real porque cualquiera puede
entrar al círculo. Obedecerá a algún ritual de paso?. De igual manera sería
interesante su investigación antropológica. Lo único que pido es que no metan
extraterrestres en esto.
"Bolas de fuego" del Banco (Magd.) el ritual es el mismo, tomado de http://mitosdelbanco.blogspot.com/2011/01/aca-esta-una-muestra-de-las-legendarias.html |
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