jueves, 15 de febrero de 2007

Prolegómenos

Como se podrá observar, era el inicio de uno de mis tantos proyectos inconclusos, mi revista llamada Orbius Tertius, no era toda idea mía, un gran amigo mío es copartícipe de esta frustrada idea. En líneas generales es lo mismo que este rincón, aunque acá soy mucho más exigente y, por lo tanto, estoy más solitario
Esto, más que un periódico o una revista, es un medio de expresión. En él se podrá tropezar con comentarios de cualquier tema. No pretendemos abarcar a profundidad ningún tema en especial pero si queremos que aquellos que tengan los suficientes cony como para querer exponer su alma, pensamiento razón y demás adherentes que los seres humanos tenemos pero que muchas veces ocultamos, serán bienvenidos. Pretendemos ser unos piratas de verdad, es decir, no para robar ideas sino para tomar posiciones, destruirlas sino están bien sólidas y alejarnos con nuestro botín para entregárselo a nuestro rey que es la capacidad de expresar cualquier cosa.
En realidad nuestra bandera está tapizada de múltiples colores y nuestro lema de muchas palabras. No pretendemos obligarlo a nada, ni siquiera a leernos, pero si desea unirse a esta cruzada, puede o entregar cualquier tipo de material en el lugar donde pudo recoger este papel o dar la cantidad de dinero que desee para ampliar nuestras líneas. Tenga la plena seguridad que el dinero no va a ser tomado de otra manera porque, si bien no lo vamos a despreciar, tampoco lo necesitamos de muerte OT saldrá regularmente con o sin su apoyo.
Si desea aportar material. Tenga en cuenta que no se publicarán sino opiniones particulares, no se publicará ningún nombre para evitar falsos protagonismos, no nos interesa quien escribe qué ni siquiera sobre qué escribe sino cómo lo escribe.
Si se pregunta sobre qué escribir le vamos a regalar una de las recetas más simples pero que, se asombraría, ha sido utilizada por los más grandes escritores en el transcurso de los tiempos, acuéstese, vaya al baño a hacer lo que le de la gana, rásquese las partes pudendas, mire hacia arriba, abajo o donde le venga en gana y relájese. Una vez haga esto se dará cuenta, como se dio cuenta Serrat, Goytisolo y otros no menos ilustres, que la llamada inspiración lo arrasará queriendo acabar con cualquier cosa sobre la que escribir.
Esa es la parte fácil. La difícil es que, una vez nos entregue su material, este se publique (También por eso no le publicamos el nombre así tendrá un merecido incógnito y podrá seguir yendo al baño sin que sus padres, su novia o cualquier persona le arrebate violentamente las hojas que usted pretende usar por razones evidentes)
En resumidas cuentas, este espacio está para ser tomado, ya sea como un bajel pirata o como se toma una mujer (que prácticamente es igual), léalo, maldígalo o bendígalo, pero úselo.

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